Diez minutos fueron suficientes para que Jeff Bezos sea el hombre más famoso del mundo, cuando está semana partió desde el oeste de Texas hasta más allá de la línea de Kármán, en un cohete  en una fecha que no fue elegida al azar y que coincidió con los 52 años de la primera llegada del hombre a la Luna.

El martes, el multimillonario y el resto de pasajeros despegaron sobre las 08.13 horas locales (10.13 en Argentina), con algo de retraso respecto a la hora prevista a causa de revisiones técnicas de último minuto.

Lo hicieron desde una plataforma de la compañía aeroespacial, en un viaje que en total duró 10 minutos y 29 segundos.

La tripulación esta semana

El empresario estadounidense y los otros tres tripulantes -su hermano Mark, una aviadora de 82 años y un joven de 18-, cruzaron el límite de Karman, una frontera imaginaria que separa la atmósfera terrestre y el espacio exterior a bordo de la nave reutilizable, la New Shepard.

La cápsula aterrizó sin problemas minutos después de haber llegado al espacio. Tres minutos después del despegue la cápsula con sus ocupantes se soltó sin ningún tipo de inconvenientes del cohete propulsor tras superar la línea imaginaria de Karman, situada a 99,7 kilómetros de la Tierra. Esta línea es aceptada en algunos ámbitos científicos como la que divide la atmósfera terrestre y el espacio exterior.

La nave espacial alcanzó su punto máximo a 106 km de altitud, lo que permitió a los miembros de la tripulación admirar la curvatura del planeta y el resto del universo.

Pero una vez en la tierra, Jeff volvió a poner su cabeza en órbita. Y afirmó que después del viaje se dio cuenta que los seres humanos no tienen que permanecer en la Tierra.

Bezos anunció que el verdadero objetivo de Blue Originm, su empresa, es ayudar a la humanidad a expandirse por el espacio, a encontrar nuevos recursos materiales, y a mover las industrias fuera de nuestro planeta. En efecto, el plan de Bezos para salvar la Tierra implica traspasar todo lo que la está matando, a otro planeta o posición más lejana.

En pleno vuelo

El CEO de Blue Origin confiesa que fue influenciado por el físico Gerad K. O'Neill, que teorizó sobre estas estructuras en los setenta.

Blue Origin fue fundada por Bezos en el año 2000 con el propósito de construir colonias espaciales flotantes con gravedad artificial y en las que pudieran vivir millones de personas.

Bezos tiene la creencia, "casi religiosa" de que mantener a la raza humana requerirá la construcción de estas colonias espaciales; y para empezar, cree que hay que instalarlas en la luna, donde millones de personas pueden trabajar y desarrollar nuevos recursos que cubran las crecientes demandas de los que viven en la Tierra.

A este duelo espacial entre multimillonarios se sumará en septiembre Elon Musk, que lanzará Space X con la que también busca sumarse a la carrera del turismo espacial.

Te puede interesar