La empresa de tecnología financiera británica Wise, especializada en las transferencias de dinero, hizo su salida a bolsa este miércoles en Londres con una valorización de 8.000 millones de libras (11.000 millones de dólares), un récord para una compañía tecnológica.

Con un precio fijado en 8 libras (11 dólares) la acción, Wise, anteriormente conocida como Transferwise, registró la cotización más importante jamás vista en la Bolsa de Londres para una empresa de tecnología en términos de valorización, y la mayor realizada en la plaza londinense en lo que va de año.

A título comparativo, la plataforma de reparto de comida a domicilio Deliveroo salió a bolsa con un valor de 7.600 millones de libras a finales de marzo, aunque la operación se saldó en fiasco, pues la acción se hundió durante las primeras sesiones.

Hasta ahora, Wise estaba valorada en 5.000 millones de dólares tras recibir una financiación en julio de 2020. La firma optó por una cotización directa, más barata y transparente, según la empresa, que una salida a bolsa clásica, que le habría obligado a recaudar fondos entre los inversores.

Taavet Hinrikus y Kristo Käärmann, fundadores de Wise

La entrada en el mercado "ampliará el accionariado de Wise y apoyará nuestra misión de transferir dinero en todo el mundo de forma más rápida, más barata y más fácil", declaró Kristo Käärmann, director general y cofundador de la compañía, en un comunicado difundido a finales de junio.

La empresa, creada en 2011, afirmó que había ganado clientes durante la pandemia, con un aumento del volumen de las transacciones, tanto particulares como profesionales. Además, Wise es rentable desde 2017, algo realmente elogiable para el sector de las startups, en las que las ganancias se resignan para seguir creciendo.

En el ejercicio anual que terminó en marzo, la empresa contaba con 6 millones de clientes activos y registró 54.400 millones de libras (75.000 millones de dólares) en transacciones. Tiene 17 oficinas en todo el mundo y 2.400 empleados.

La compañía había llegado a la Argentina en 2018, ya que era muy utilizada por los freelancers argentinos para cobrar sus honorarios del exterior. Sin embargo, a fines de 2019, cuando comenzaron los controles cambiarios, decidió dejar de aceptar pesos, tanto para recibir como enviar dinero.

Historia

En todo siempre puede aparecer una oportunidad, un error haciendo una transferencia internacional llevó al estonio Kristo Käärmann a crear un negocio que ahora está valorado en u$s11.000 millones.

Junto a Taavet Hinrikus, Käärmann quiso encontrar la manera de transferir dinero al extranjero que le permitiera eliminar a los bancos como intermediarios y en 2011 lanzaron Transferwise, una empresa de tecnología financiera que permite transferir dinero al exterior para convertirlo a la moneda local, utilizando el tipo de cambio medio del mercado, más una comisión de 0,75%.

Pese a que durante su primer año de vida se autofinanciasen, pronto tuvieron que echar mano de financiación externa para poder satisfacer la creciente demanda.

"Salimos a buscar inversiones y encontramos gente como Peter Thiel, que antes de eso había fundado PayPal con Elon Musk, por lo que entendía un poco más el problema y estaba en sintonía con lo que se puede hacer con la tecnología", explicó Käärmann en una entrevista para Business Insider España.

En su búsqueda también dieron con Marc Andreessen, Ben Horowitz o Richard Branson, quien también suele romper con el modelo tradicional.

Käärmann también subraya que el mayor error que alguien puede cometer al intentar vender un proyecto a los inversores es olvidarse de contar el producto a través de los ojos de los clientes.

"¿La clave de convencer a estos inversores? Tener clientes que no solo quieren el servicio que construyes para ellos, sino que estén dispuestos a pagar por él, aunque sea un poco", detalló el empresario.

El estonio considera que para los inversores eso es una muy buena señal, ya que si tienes mil clientes así, probablemente haya potencialmente 10.000 o 100.000 más que simplemente no han encontrado tu servicio aún o que llegarán cuando el producto mejore de alguna manera.

Antes de marzo de 2017, la empresa había reportado pérdidas, pero desde entonces no han dejado de ser rentables. "Esto es muy único. Somos una gran compañía de tecnología de rápido crecimiento y lo normal es recaudar mucho dinero por parte de los inversores pero también tener grandes pérdidas".

Es el caso de Airbnb, Uber, Pinterest, Lyft o Dropbox, que tienen millones de usuarios en todo el planeta, pero también de algunas startups del universo fintech como Revolut, Monzo o N26.

"He notado que todo el mundo está prestando un poco más de atención, no sólo al número de clientes y al crecimiento, sino también a si sus clientes estarán dispuesto a pagar por el servicio", agregó.

Wise confía en que lo que les diferencia del resto es que han trabajado "duro" para asegurarse de que cobran lo mínimo posible a los clientes.

"Así podemos garantizar que seguiremos funcionando durante los próximos 20 años. Estaremos aquí por mucho tiempo hasta que nuestra misión esté completa", concluyó.

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