Si cualquier usuario intenta entrar a la página Africrypt se encontrará con que no existe. Según sus creadores la página fue hackeada pero, según miles de usuarios, se trata de una de las estafas más grandes de los últimos meses.

Todo comenzó en 2019, cuando los hermanos Ameer y Raees Cajee, de 18 y 20 años respectivamente, fundaron la plataforma de criptomonedas Africrypt, que comenzó a operar desde Sudáfrica.

Ameer y Raees Cajee, de 18 y 20 años

Según los informes, había acumulado alrededor de 69.000 BTC, de sus inversionistas se les envió un mensaje, el 13 de abril, alegando que la plataforma fue pirateada.

Según la agencia informativa Bloomberg, los hermanos pedían a los clientes no denunciar el robo ante las autoridades pues eso ralentizaría el proceso de recuperación de los fondos afectados. Eso despertó sospechas en el bufete de abogados Hanekom Attorneys, que representa a los inversionistas damnificados.

El exchange remarcó que detendría las operaciones mientras comenzaba el proceso de "intentar recuperar fondos robados e información comprometida". Pero hasta la fecha, no hay certezas de que se puedan recuperar las inversiones.

Además de Hanekom Attorneys, también intervienen Gerhard Botha Attorneys, que buscan recuperar para sus clientes, 140 millones de rands, lo que equivale a casi u$s10 millones.

Sin embargo, en el e-mail aconsejaba a los inversores que no siguieran la "ruta legal", ya que "solo retrasaría el proceso de recuperación de los fondos faltantes". Tras un correo del 13 de abril, los hermanos desaparecieron durante unos días.

El abogado John Oosthuizen, que representa a Raees y Ameer Cajee, le dijo a la BBC que los hermanos que fundaron Africrypt niegan categóricamente cualquier participación en un "robo" o que se hubieran fugado con fondos.

"No hay fundamento para la acusación y que ambos sostienen que la plataforma fue un hackeada y que habían sido víctimas de un robo", remarcó.

Miles de dólares comprometidos

La compañía les dijo a los inversores que, en solo unos años, pasó de ser una plataforma gestionada por una sola persona trabajando desde su dormitorio a "una de las empresas de comercio e inteligencia artificial más grandes y exitosas de África".

Según Bloomberg, se trata del mayor fiasco con Africrypt, que se produce después del colapso el año pasado de otra plataforma sudafricana de bitcoin, Mirror Trading International. En la que se vieron comprometidas hasta 23.000 monedas digitales que suponían, a precios de entonces alrededor de u$s1.200 millones.

"Sospechamos inmediatamente cuando el anuncio imploraba a los inversores que no emprendieran acciones legales", explicó Hanekom Attorneys.

La investigación del bufete determinó que los fondos agrupados de Africrypt se transfirieron desde sus cuentas sudafricanas y carteras de clientes, y que las monedas pasaron por servicios de tumblers, cuyo fin es mezclar criptomonedas con otras para ocultar el camino de regreso a la fuente original del fondo para que sea muy difícil rastrear estas transacciones.

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