Y es que muchas empresas aprovechan los marketplaces, especie de centro comercial virtual, para posicionarse mejor en los buscadores, captar un tráfico masivo y generar un mayor volumen de ventas. Pero no necesariamente este canal es apto para todos, señala Pedro Crespo, product owner de MarketOn.
Como punto de partida, lo primero que hay que tomar en cuenta a la hora de emprender o de incursionar en el mundo online es definir si es un producto o servicio lo que se venderá. "Estos son dos caminos distintos, el servicio no necesita un e-commerce", precisa.
Una vez definido este punto, se debe tener cuidado al elegir el marketplace y comparar las comisiones que cobran. "Lo mejor es que, en paralelo, se cuente con una tienda online propia. Los marketplaces resultan muy ventajosos, pero también, como ocurre siempre en un mercado que se rige por la oferta y la demanda, pueden canibalizar un producto (o una serie de productos) si detectan que brilla y rinde como el oro", sostiene.
Asegura que otra desventaja de estas pasarelas de compras es que al estar en un mercado donde se combinan muchas marcas, puede que no se desarrolle una propia marca con éxito y mucho menos generará recordación ni engagement con los clientes.
En este escenario, puede ser que un cliente compre una vez, pero nada garantiza que busquen tu marca nuevamente, ni que puedan comprar en una segunda oportunidad, señala.
Crespo menciona que si recién se está incursionando en el mundo digital el marketplace puede ser una alternativa viable en una etapa intermedia del negocio, porque conforme se va creciendo este canal quedará corto, puesto que todos los procesos son manuales.
"Por ejemplo si se recibe un pedido por un marketplace, luego se deberá ir al WhatsApp u otro chat para cerrar la venta y luego coordinar con un servicio delivery para la entrega; mientras que, contar con una tienda propia permitirá integrar todo el proceso de compra, desde marketing digital, analítica, facturación electrónica, delivery y así cerrar ventas de forma automática", enfatiza.
En tanto, la tienda propia tendrá múltiples ventajas, entre ellas, poder estudiar el comportamiento de compra de los clientes de una manera más rápida y fiable, a fin de desarrollar promociones y productos; mejor manejo del inventario; rapidez en los pedidos; mayor rentabilidad, sobre todo si se escoge bien el nicho de mercado y si se escucha al público objetivo, puntualiza.
Cabe destacar que, según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el 40% de los comercios peruanos venden a través de internet; además la tasa de penetración en el Perú es de 72.7% potenciando el comercio electrónico como un mercado que empieza a despegar con proyecciones muy alentadoras a futuro.
Fuente: Diario Gestión Perú