Las tarjetas de débito parecen ser las preferidas de los argentinos a la hora de realizar compras. El último año, signado por meses de aislamiento, modificó de manera sustancial los hábitos de consumo y se intensificó una tendencia que ya lleva varios meses.

De acuerdo con el Índice Prisma, durante el primer trimestre, la irrupción de la pandemia se catapultó el uso de la tarjeta de débito, cuyas transacciones crecieron 33% en la comparación anual, ganándole espacio al efectivo, pero también al crédito (crecieron 3,88%).

Esto llevó a que se registre un crecimiento 7,78 por ciento respecto al último cuarto de 2020. Pero con otra sorpresa: la cantidad de operaciones con prepagas avanzó 40,23%, en gran parte gracias al uso de la tarjeta Alimentar.

Ignacio Carballo, Director del Ecosistema de Programas Fintech para América  Latina en UCA comenta que este índice es relevante porque es el primero que puede comparar de manera completa el impacto de la pandemia." Acá vemos el gran ganador de todos esto: la tarjeta de débito. Porque se trata de un cambio de consumo. El boom de las tarjetas de créditos, jubilados que antes iban a buscar el efectivo y ahora no. Gente que antes iba al Rapipago y ahora ya no".

Julián Ballarino, Head de Relaciones Institucionales de Prisma Medios de Pago, asegura a iProUP que "en el primer trimestre se aceleró el aumento del uso de tarjeta de débito y la tarjeta de crédito se estabilizó".

"La irrupción de la pandemia catapultó el uso de la tarjeta de débito, que creció 33% en la comparación anual, ganándole espacio al efectivo". De esta forma, el uso de plásticos de débito avanzó 7,78% con respecto al uso de crédito", completa.

Según el informe, uno de los cambios de comportamientos más notables que se pudo observar es que cada vez los usuarios concurren menos al cajero, ya que al hacerlo retira sumas mayores.

Mientras que se acostumbran a utilizar la tarjeta de débito para hacer las compras cotidianas e incluso retirar dinero en efectivo de los comercios. Por eso, la pandemia funcionó como un dinamizador para este tipo de plásticos.

Camino a la normalización

El economista Martín Kalos, Director de EPyCA Consultores, menciona a iProUP que si uno compara el primer trimestre del año pasado con el último relevado por Prisma, hubo un salto en el uso del comercio electrónico, y las compras online.

"Si bien fue desacelerándose, en buena medida se mantuvo, y esto puede ser una explicación de por qué suben tanto las operaciones con tarjetas de débito. Se observa una especie de normalización y un 33 por ciento de aumento interanual. Pero en el intertrimestral aumenta apenas un 8 por ciento. Esto es una desaceleración", menciona.

Fuentes del sector, afirman que el incremento se trata de un fenómeno multicausal: al comienzo de la pandemia los usuarios estimaban que el uso del efectivo podía llegar a ser un factor de riesgo, para la trasmisión del COVID 19, por lo que se vieron obligados a aprender a utilizar tarjetas

"Los jubilados no podían ir a los a bancos y pedían la tarjeta de crédito. Se pasó de imprimir 75% de tarjetas de crédito a 75% de tarjetas de débito", advierten.

Al mismo tiempo, cuando se empezó a poder ir a los comercios y volver a usar el efectivo, aunque sea en menor medida, comenzó a producirse una recuperación de manera paulatina.

Asimismo, Kalos remarca: "Todavía tenemos una caída interanual, aún se usa un 7 por ciento menos de retiro de efectivo que antes de la pandemia y un 5 por ciento menos de extracciones por cajeros. Esto es por una lado, el no querer efectivo sumado a que aumentaron mucho los pagos por medios electrónicos, y que explica por qué hay tendencias que llegaron para quedarse".

Otra de las causas es que los jubilados tienen reintegro de AFIP por comprar con débito. Sumado a una contracción del gasto. "Cuando te ponés austero, gastás más con débito y no te endeudas", comentan. 

La compra online, una tendencia que se normaliza

Respecto a la tarjeta de crédito, según el informe, se utilizó en el 51,06% de los gastos, cuando el año pasado estaba en el orden del 58%. Ya que al incrementarse el uso de débito es natural que el plástico de crédito se utilice menos e incluso hay menos en circulación.

Sin embargo, este crecimiento de las tarjetas débito marca una estabilización. No un crecimiento, y se sostiene que los usuarios, luego de un periodo estacional, como son las fiestas, sigue usando los planes Ahora en un 57 por ciento del total de las compras.

"Al analizar la cantidad de cuotas elegidas al pagar en cuotas se destaca que los Planes Ahora siguen siendo la alternativa preferida de los consumidores para realizar compras de largo plazo", amplía Ballarino.

En la misma línea, Carballo explica que" la gente sigue eligiendo los planes Ahora porque son más convenientes que la cuotas que les brinda las entidades financieas. Por supuesto, que también hay algo de falta de incentivo, pero por otro lado la cantidad de fomento es algo que está muy marcado por el bolsillos de los consumidores".

La tarjetas y sus usos

La contracara

Sin embargo, esto no implica volumen. La contracara de esto es que para los planes de pago cortos, los usuarios prefieren cuotas de 2 y 3 pagos, y de 4 a 6 cuando se trata de comprar fuera de los planes Ahora. Es decir, que las compras onerosas van por los planes Ahora.

Además, otra fuente remarca que para los Bancos, generar una tarjeta de créditos y enviársela a los clientes le provoca una pérdida, ya que las mayorías de las comprar con cuotas, que es donde obtienen ganancias, se produce mediante los planes Ahora.

Otro de los parámetros que marca el informe es que durante el último periodo las tarjetas de créditos están amesetando su crecimiento, es decir, que de seguir está tendencia puede que haya dejado de caer.

Al mismo, tiempo que las prepagas constituyen un mercado muy chico, en donde, la participación del Estado se vuelve un factor fundamental.

Kalos comenta al respecto, que: "Efectivamente los bancos buscan captar parte de este nicho del online. Están implementando una serie de medios electrónicos, billeteras, apps que tienen intentar captar usuarios".

Y destaca que por un lado, el BCRA está implementando Transferencias 3.0, que incorpora el QR interoperable; y por el otro, hay plataformas como CuentaDNI del Provincia o BNA del Nación.

"Los bancos están intentando entrar en este terreno con un poco más de fuerza que en el pasado y si bien tienen una base de datos muy relevante, no todos esos usuarios están bancarizados en la práctica", dice.

Respecto a los planes en cuotas, Kalos advierte que a las entidades les juega en contra la rentabilidad. "No todos los rubros pueden ir a cualquier plan de cuotas. En los planes Ahora está pasando que la tasa de inflación esperada, tiende a ser menor que la real. En rigor, es un incentivo a ir hacia el plan más largo".

Por eso es que para "los bancos que, son los que terminan financiando estos planes, no les termina siendo tan redituable. Sirve en tanto es un mayor uso de sus plásticos, pero tiene que ser un negocio que ellos puedan compensar con otras fuentes de ingreso. En esa disyuntiva es que los bancos pusieron topes y redujeron la oferta de tarjetas de crédito".

El informe completo

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