Por la devaluación, Argentina se convirtió un país barato para empresas extranjeras que buscan talento y trabajadores independientes en modalidad remota. A su vez, es una gran oportunidad para que los profesionales saquen rédito al dólar alto y accedan a un ingreso que les deje un buen margen.

Por otra parte, aquellas firmas que lograron colocar sus productos o servicios fronteras afuera también vieron la posibilidad de hacer una diferencia a su favor o compensar los gastos de muchos insumos dolarizados

Sin embargo, esta escena idílica en la que todos ganan puede convertirse en un dolor de cabeza a la hora de hacerse de esos dólares.

Para empezar, el Banco Central exige la liquidación de las divisas que vienen del exterior por exportación de bienes o servicios a los cinco días del cobro o a los 180 de haber facturado, a través del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).

Así, trabajadores y Pymes se hacen de los pesos pero a la cotización oficial. En este marco, muchos están optando por otros caminos para no perder con la brecha de las cotizaciones paralelas.

Sencillo pero complicado

"Todos los que reciben dólares del exterior están ávidos de cambiarlos a $160 o $170, pero la realidad es que hoy la normativa del BCRA no lo permite. Nosotros tenemos una cultura dolarizada y por eso nos hace ruido, pero en la mayoría de los países se convierte a moneda local", explica a iProUP, Nuria Plez, socia RPA Consulting.

El trámite para poder cobrar al cambio oficial como contempla la regulación es un trámite sencillo y la mayoría de los bancos ofrece la posibilidad de resolverlo de manera automatizada y online.

Para cobrar vía el MULC, previamente debe existir una factura E de exportación. Si es la primera vez, el trabajador o Pyme deberá dar de alta un nuevo punto de venta en la página de AFIP y luego facturar normalmente.

Luego, se completa un formulario, se adjunta la factura y a las 24 o 48 horas se liquidan las divisas. El trámite para todos es igual, sin importar su condición frente al IVA. 

Sin embargo, como el fisco toma el tipo de cambio del día en que se facturó, ante un escenario cambiario fluctuante, los monotributistas deberán estar atentos y controlar sus topes.

Una alternativa para conservar la moneda original y eludir la pesificación es la transferencia entre cuentas (en el exterior y Argentina) siempre y cuando las dos estén a nombre de la misma persona.

Las empresas también tienen la opción de realizar aportes de capital o préstamos entre filiales y luego liquidar esas divisas en el contado con liquidación, a valores más cercanos al blue.

Sin intermediarios

En países con devaluaciones profundas y restricciones regulatorias, como Argentina, las opciones peer to peer (persona a persona) como Airtm pesan fuerte a la hora de buscar alternativas y no perder contra el tipo de cambio.

La compañía de origen mexicano ofrece una cuenta en AirUSD, su propia criptomoneda atada al billete estadounidense, por lo que se puede tener una caja de ahorro en la nube en la cual recibir los fondos dolarizados.

Además, está regulada por la FINCEN (Red de Control de Delitos Financieros), dependiente del Departamento del Tesoro estadounidense, que audita a Airtm para certificar que haya un dólar como garantía por cada AirUSD existente.

Jeronimo Bernot, jefe de Operaciones global de la plataforma, explica a iProUP que los tres usos más extendidos de la plataforma son:

La app funciona como un bróker que conecta gente que quiere comprar saldos con otras que buscan venderlos. Las divisas se reconvierten a una tasa que se establece dentro de la plataforma en base a oferta y demanda, con un valor muy cercano al dólar paralelo.

"Lo interesante es que al recibir el dinero por Airtm, cuando alguien compra productos o paga la contratación de servicios, el usuario puede volver abonarle a sus proveedores o profesionales y le queda el excedente de no haber convertido los dólares a la cotización oficial", revela Bernot.

Y completa: "Si luego quiere retirar su dinero, solicita un rescate: otro usuario de Airtm compra sus dólares y transfiere el equivalente en pesos a su cuenta en Argentina. Estas herramientas se van a ver cada vez más en el país y serán fundamentales para las Pymes".

La plataforma les posiblita a las empresas compensar el desfasaje que se genera en muchos casos al recibir pesos por la venta de productos y tener que afrontar la compra de insumos en dólares.

"Esta es una alternativa que ayuda a que ese proceso no se rompa. Además, no tiene restricciones de ningún tipo y permite recibir dinero o abonar en cualquier lugar del mundo", agrega Bernot.

Argentina, en donde operan desde marzo, ya es el segundo país con mayor uso, con unos 50.000 usuarios. Venezuela ocupa el primer puesto del top 5 completado por Colombia, EE.UU. y Brasil.

Además, existen otras plataformas y billeteras electrónicas que permiten cobrar los servicios prestados a empresas en el exterior en dólares y conservarlos en esa divisa.

A través de la plataforma Girarg los usuarios pueden recibir y realizar envíos de dinero del extranjero y efectuar depósitos bancarios en diferentes países. Además de permitir la operación 100% digital, cuentan con más de 10 sucursales en Ciudad de Buenos Aires.

Otra opción es Payoneer, que posibilita el pago y la recepción de cobros a nivel global, al igual que Paypal. 

También es una opción abrir una cuenta en un banco digital de afuera, como el suizo Dukascopy, que ofrece cuenta y tarjeta de débito gratuita y sólo exige pasaporte argentino para el alta.

Dukascopy es un banco digital suizo que ofrece cuenta y tarjeta de débito

Relocalización a la vista

Para Andrés Burecovics, abogado especialista en Derecho Interjurisdiccional de B&P Consulting, cuando una persona o Pyme tiene que cobrar lo vendido con el sistema tradicional debe lidiar con dos grandes regímenes: el tributario y el cambiario.

"La obligatoriedad de pesificar al oficial representa un perjuicio todavía mucho más grande que el régimen tributario. Ante una brecha cambiaria en aumento, se pierde entre el 60 o 70% de lo generado, sin haber comenzado a pagar los impuestos. Esa es la primera gran pared con la que se encuentran", revela.

Según el letrado, "el sistema desalienta la exportación de servicios para quienes están por empezar, porque se asesoran y descubren este panorama y, los que ya tienen experiencia, comienzan a buscar alternativas para no perder. Nadie se queda de brazos cruzados".

En ese sentido, las opciones legales para evitar la liquidación se reducen a dos posibilidades que implican, en ambos casos, a evaluar la opción de operar desde otro territorio.

En este sentido, la normativa argentina habilita diferentes opciones de relocalización para las empresas. Algunas permiten que pueda radicarse en otro país, aunque sus accionistas no lo hagan.

Una Pyme, con capacidad de realizar una inversión, puede elegir un nuevo lugar que le ofrezca beneficios y exportar desde allí bajo una estructura societaria compatible, gente que haga el trabajo y una oficina. Aunque, advierte Burecovics, no es un trámite sencillo y conviene asesorarse bien.

"Para estar en compliance (ajustados a la norma), las empresas deben seguir una cantidad de requisitos conforme con la autoridad argentina y también con la del país al que proyecta viajar", indica.

Muchos freelancers, sin estructura, ni empleados, una opción que evalúan es operar desde una nación que les brinde beneficios. El experto da cuenta de Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador Panamá, Costa Rica como algunas de las naciones que ofrecen el mejor régimen. En el resto del mundo, hay posibilidades en Portugal, Israel o República Checa.

"Este tipo de residente es ideal para muchas naciones porque consume todo lo que ofrece su economía sin alterar su mercado laboral. El exportador de servicios se convirtió en un aportante al que todos buscan porque no se lleva ningún recurso, solamente trae", destaca.

Lo cierto es que la posibilidad de trabajar de manera remota, que explotó en la pandemia, abrió más el juego para que nuevos profesionales y Pymes ofrezcan lo que hacen desde entornos virtuales.

Probablemente surjan en el futuro nuevas alternativas más convenientes para quienes deseen vender desde la Argentina. Lo que es seguro es que cada exportador deberá encontrar el esquema que mejor le cuadre y le permita sacar el mejor provecho de su trabajo.

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