Usuarios en la Argentina y en el mundo reportan una situación cada vez más frecuente en materia de telefonía celular: recibir llamadas desde números desconocidos, atender y, de inmediato, la comunicación se corta.
Este fenómeno, que se repite a diario en miles de teléfonos, no es casualidad ni un error técnico aislado, sino parte de una estrategia organizada que combina sistemas automatizados y, en algunos casos, intentos de fraude.
Estas llamadas suelen originarse en sistemas automáticos de marcación masiva, conocidos como robocalls.
El mecanismo consiste en que un software marca miles de números consecutivamente para verificar cuáles están activos y si alguien responde.
Una vez que el sistema detecta que la línea funciona y que hay un usuario dispuesto a atender, ese número queda registrado para futuros intentos de contacto, que pueden incluir campañas de telemarketing o, en el peor de los casos, intentos de estafa.
Esta metodología también se utiliza en esquemas delictivos. Los ciberdelincuentes buscan identificar líneas activas y, en algunos casos, generar un patrón de confianza para luego realizar llamadas posteriores con fines fraudulentos.
Se trata de una estrategia cada vez más extendida en el marco de las estafas virtuales, donde el objetivo final es obtener datos personales o financieros de la víctima.
Estas llamadas "fantasma" cumplen una doble función:
- Confirmar que el número existe y que alguien lo atiende
- Medir el tiempo de respuesta del usuario y su disposición a contestar
Esa información es valiosa para empresas de marketing y, en el caso de organizaciones criminales, para diseñar ataques más personalizados.
La automatización permite que estas llamadas se repitan de manera constante, una situación que genera sensación de acoso y desconcierto en quienes las reciben.
¿Cómo dejar de recibir llamadas spam?
En estos casos, las autoridades recomiendan no devolver la llamada a números desconocidos y, en lo posible, bloquearlos.
En algunos países, los entes reguladores comenzaron a implementar sistemas de detección y bloqueo de robocalls, aunque los delincuentes suelen encontrar formas de evadirlos.
En Argentina, las denuncias por llamadas sospechosas se canalizan a través del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que advirtió sobre el crecimiento de este tipo de prácticas.
A nivel nacional existe el Registro Nacional "No Llame", una herramienta oficial creada en Argentina para proteger a los usuarios de llamadas telefónicas no deseadas, especialmente aquellas vinculadas a publicidad, promociones o ventas.
Funciona como una base de datos en la que cualquier persona puede inscribir su número de teléfono fijo o celular para evitar ser contactada por empresas de telemarketing.