En 2005, cuando el iPod dominaba el mercado de reproductores digitales y Apple celebraba cifras récord de ventas, Bill Gates hizo una predicción que sonó como un provocación: el éxito del dispositivo quedaría opacado por la inevitable evolución de los teléfonos móviles.
En una entrevista con el diario alemán "Frankfurter Allgemeine Zeitung", el cofundador de Microsoft anticipó que los smartphones integrarían múltiples funciones en un solo aparato, desplazando a los dispositivos dedicados como el iPod.
"Considero que este ámbito (el mercado de la telefonía móvil) es de importancia estratégica absoluta, y explicaré por qué: los retos de las comunicaciones móviles encajan exactamente con los puntos fuertes que tenemos. Cada vez se concentrará más funcionalidad en un único dispositivo, y eso exigirá soluciones de software", explicó.
La afirmación, hecha dos años antes del lanzamiento del primer iPhone, sonó entonces como una crítica, aunque con el tiempo comprobó: Gates había afirmado que la convergencia de funciones —música, comunicación, navegación, fotografía— llevaría a los consumidores a elegir un único dispositivo y eso fue lo que pasó.
El iPod, que revolucionó la forma de escuchar música, comenzó a perder relevancia con la llegada de los smartphones. En 2014, Apple discontinuó el modelo Classic, y en 2022 anunció el fin definitivo de ese dispositivo.
La predicción de Gates no solo se cumplió, sino que marcó un punto de inflexión en la competencia entre gigantes tecnológicos. Mientras Apple capitalizaba el cambio con el iPhone, Microsoft no logró posicionarse con fuerza en el mercado móvil, a pesar de haber anticipado su potencial.
Gates es reconocido no solo por su impacto en la computación personal, sino también por sus vaticinios tecnológicos que en muchos casos anticiparon avances clave en el desarrollo de la sociedad digital.
Más allá de la famosa caída del iPod de Apple en las predicciones, Gates hizo importantes pronósticos sobre dispositivos móviles, inteligencia artificial, biotecnología, pandemias y el futuro del trabajo.
Desde la década de 1990, expresó que los dispositivos portátiles permitirían a las personas estar conectadas constantemente, realizar transacciones y acceder a información en tiempo real, un presagio que se cumplió con el auge de los smartphones y el internet móvil.
En cuanto a la inteligencia artificial, Gates predijo que se convertiría en una herramienta tan esencial como la computadora personal, permitiendo desde asistentes virtuales hasta la personalización del aprendizaje y avances médicos.
En 2014, también anticipó la amenaza de pandemias y la importancia de la biotecnología para desarrollar vacunas y tratamientos efectivos, visión confirmada con la crisis del COVID-19.
Además, resaltó la relevancia de combatir el cambio climático mediante inversiones en energías renovables y tecnologías sostenibles, aspecto en el cual es un líder activo desde 2008.
En años recientes, Gates enfatizó que la inteligencia artificial (IA) será el próximo gran salto en la revolución digital, capaz de redefinir las tareas humanas y automatizar procesos que van más allá de la simple eficiencia.
Advirtió que en la próxima década muchos trabajos podrían delegarse a la IA, aunque aseveró que ciertos oficios que requieren creatividad y habilidades humanas, como la construcción o la atención personal, mantendrán su relevancia.
En un discurso reciente, se destacó que las máquinas inteligentes pueden revolucionar la medicina, la educación y el transporte, que avanzan hacia la era de los vehículos autónomos, con impactos profundos en seguridad y costos.
Su predicción sobre la "era autónoma" en el transporte anticipa una reducción significativa de accidentes y mejoras en la movilidad urbana y comercial.
Así, la IA es vista por Gates no solo como una herramienta, sino como un motor de cambio social que obligará a repensar modelos laborales y educativos.
Esta visión está acompañada por un llamado a la responsabilidad y al desarrollo ético de estas tecnologías para maximizar beneficios mientras se controla el riesgo.
Bill Gates no se limitó a ser un visionario sino que, a través de su fundación y proyectos personales, inició acciones concretas para enfrentar problemas globales.
Su apuesta a la biotecnología y la salud pública fue clave para visibilizar la necesidad de prepararse ante nuevas pandemias y fortalecer la investigación en vacunas.
También impulsó inversiones en energía limpia y tecnologías contra el cambio climático, buscando acelerar la transición hacia un modelo económico más sostenible.
Su enfoque combina la innovación tecnológica con la filantropía, buscando generar un impacto positivo y duradero en la humanidad.
Gates participa activamente en debates públicos sobre el futuro de la tecnología, la regulación de la IA y la preparación para nuevos desafíos.
Su legado incluye tanto contribuciones directas a la informática como una perspectiva estratégica para entender y enfrentar los cambios globales desde la innovación tecnológica.
En suma, sus vaticinios más importantes muestran una visión integral entre tecnología, ciencia y responsabilidad social.