La seguridad en las aplicaciones de mensajería instantánea se transformó en una preocupación central para millones de usuarios. 

El reciente caso de audios atribuidos a funcionarios públicos en la Argentina reavivó el debate sobre cuál plataforma ofrece mayor garantía de privacidad: WhatsApp o Telegram.

Ambas aplicaciones dominan el mercado global, pero sus enfoques técnicos y filosóficos sobre la protección de datos difieren sustancialmente.

WhatsApp o Telegram: qué app es más segura para hablar sin ser grabado

WhatsApp, propiedad de Meta, cuenta con más de 2.000 millones de usuarios y se destaca por implementar cifrado de extremo a extremo (E2EE) por defecto en todos sus chats, sean individuales o grupales.

Este sistema, basado en el protocolo Signal, garantiza que solo el emisor y el receptor puedan acceder al contenido de los mensajes, incluso la propia empresa no tiene forma de leerlos.

Sin embargo, esta protección no se extiende automáticamente a las copias de seguridad en la nube, que deben cifrarse manualmente por el usuario. Además, la plataforma recopila metadatos como la frecuencia de comunicación, ubicación y tipo de dispositivo, algo que limita el anonimato completo.

Telegram y WhatsApp son las dos principales apps de mensajería para usuarios de iOS y Android

Telegram, por su parte, ofrece una propuesta más flexible para quienes priorizan el control sobre su identidad digital.

Aunque sus chats normales, los llamados 'Cloud Chats', no están cifrados de extremo a extremo, sí lo están los llamados 'chats secretos', que deben activarse manualmente y permiten funciones como mensajes autodestructivos y bloqueo de reenvíos.

La app, propiedad del empresario Pável Dúrov, permite comunicarse sin revelar el número de teléfono, mediante nombre de usuario, y su cliente es de código abierto, algo que facilita auditorías externas.

No obstante, el cifrado MTProto utilizado por Telegram fue objeto de debate entre expertos, y el código de sus servidores no está disponible públicamente, un factor que limita la transparencia total.

En términos de usabilidad, WhatsApp ofrece una experiencia más directa: el cifrado está activo desde el primer mensaje y no requiere configuraciones adicionales. Telegram, en cambio, exige mayor conciencia digital por parte del usuario para activar sus funciones más seguras.

Ambos servicios difieren en cómo gestionan los datos almacenados y la relación con los gobiernos, aunque coinciden en cuestiones como:

Telegram fue elogiado por su resistencia a entregar información a terceros, salvo requerimientos judiciales específicos, mientras que WhatsApp, en cambio, enfrentó críticas por su integración con el ecosistema de Meta y la posible correlación entre cuentas y perfiles sociales.

El veredicto no es absoluto: WhatsApp resulta más seguro para el usuario promedio que busca protección automática sin complicaciones. Telegram, en cambio, es ideal para quienes desean mayor anonimato, control sobre los metadatos y una arquitectura más descentralizada.

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