Mientras el mercado de autos eléctricos crece a un ritmo más lento de lo esperado, Ford prepara una jugada clave: el desarrollo de un modelo económico pensado para competir con Tesla y las marcas chinas que hoy lideran el segmento.
La compañía busca posicionarse como un referente en la nueva etapa de la movilidad eléctrica, con un vehículo que combine precio accesible, autonomía y escala de producción. El objetivo es llegar a un público masivo y competir con los modelos de bajo costo que están ganando espacio, sobre todo en Europa y Asia.
El nuevo proyecto replica el espíritu del legendario Model T de Ford, rindiendo homenaje a ese vehículo que hace más de cien años facilitó el acceso de millones de personas al primer auto propio.
Desde la compañía explican que están trabajando en una plataforma eléctrica totalmente nueva, diseñada para fabricar modelos compactos y vehículos utilitarios urbanos, manteniendo buenos niveles de calidad y autonomía.
La idea es atacar uno de los principales obstáculos de los eléctricos actuales: el alto precio.
Hoy, un sedán eléctrico puede costar el doble que uno convencional a combustión. Por eso, reducir los costos de producción y venta se volvió una prioridad estratégica.
Un mercado cada vez más competido
Ford enfrenta un contexto desafiante. Por un lado, Tesla sigue dominando las ventas de eléctricos en los Estados Unidos, con el Model 3 y el Model Y a la cabeza.
Por otro, fabricantes chinos como BYD, SAIC y Xiaomi están avanzando con fuerza gracias a modelos que ofrecen más de 483 kilómetros de autonomía y precios desde u$s22.000.
Aunque la compañía es conciente de la alta competencia que enfrenta, apuestan a que una producción más eficiente y una cadena de suministro optimizada pueden nivelar el terreno.
El nuevo vehículo no solo apunta a consumidores individuales, sino también a flotas empresariales y de transporte autónomo.
Aunque todavía no se conocen detalles del diseño final, se espera que el modelo apunte al segmento de los urbanos y compactos. Algunas características del nuevo vehículo:
- Autonomía estimada de entre 350 y 450 kilómetros por carga
- Recarga rápida, con capacidad de alcanzar el 80% en menos de 30 minutos
- Equipamiento básico, pero con buena conectividad y sistemas de seguridad actualizados
Los analistas creen que el precio podría ubicarse entre u$s25.000 y u$s30.000, una cifra clave para acercar la movilidad eléctrica a las clases medias en EE. UU., tal como lo intentó Chevrolet con su Bolt.
Ford fabricará un eléctrico low cost con hasta 450 km de autonomía y carga rápida
Ford quiere adaptar esta idea a distintos mercados y necesidades, y competir directamente con las marcas chinas en Europa.
Además, la compañía ve oportunidades en la movilidad compartida y los servicios de transporte autónomo, dos sectores que podrían generar ingresos adicionales mediante convenios con empresas y organismos públicos.
Sin embargo, en este segmento, una de las mayores dificultades es el costo de las baterías. Para enfrentarlo, Ford está invirtiendo en nuevas tecnologías de fabricación y explorando alianzas que le garanticen el suministro de litio y otros minerales esenciales.
También analiza nuevos materiales que permitirían reducir el costo por kilovatio-hora.
Si Ford logra producir un eléctrico económico a gran escala, podría acelerar la transición energética y cambiar la forma en que millones de personas acceden a esta tecnología.
Ford tiene previsto presentar novedades relacionadas con su estrategia eléctrica el 11 de agosto con sus resultados financieros. Allí se anunciarán desde metas de producción hasta un posible prototipo del modelo que aspira a marcar un antes y un después.