El marcado crecimiento de los eSports en los últimos años, en especial durante el confinamiento de la pandemia del COVID-19, demuestra ser un sector super atractivo para cualquier tipo de inversión. Cada año cientos de miles de fans consumen horas de transmisión de sus videojuegos favoritos y sueñan con ser tan buenos como algunos de los jugadores de eSport profesionales.

Según un estudio de la consultora Newzoo que publicó en su Global Esports Market Report, se prevé que los ingresos de los eSports alcancen los 1.100 millones de dólares en 2020 y esta cifra crece considerablemente cada año. 

El auge de los eSports se puede analizar desde varios enfoques, pero esta vez lo haremos desde un punto de vista diferente, respondiendo la pregunta: ¿Se puede crear un eSport?

Comencemos por la definición de un eSport. Estas son competiciones de videojuegos organizados a nivel profesional. Pueden ser Single player o Multiplayer. Su funcionamiento es muy sencillo: cada eSport tiene sus propias reglas y tienen acceso a diferentes dispositivos y plataformas de forma online u offline.

 

Para desarrolladores y publishers crear el próximo eSport puede ser un gran negocio. Lamentablemente, por cada éxito que aparece hay decenas de subgéneros como team-based shooters, DOTA clones, battle royale, and fighting games que desaparecen muy rápido. Esto demuestra lo difícil y a veces impredecible que puede ser este mercado.

Detrás de un eSport popular existen muchas variables, pero hay algo que es único y clave. Se necesita un videojuego que cumpla con ciertas características. Existen ejemplos de eSports en casi todos los géneros, pero la gran mayoría tienen muchas cosas en común. A continuación, enumeramos alguna de ellas.

Lo primero que hay que tener en cuenta es la Experiencia del Jugador, dentro y fuera del videojuego. Esta experiencia tiene que ser enriquecedora, única y lo suficientemente flexible para que sea efectiva para muchas personas.

Por otro lado, es fundamental crear y mantener una base numerosa de fans. En muchos casos los publishers comienzan a trabajar en este aspecto aún antes del lanzamiento de un videojuego al mercado. Para el momento donde los jugadores pueden probar el título por primera vez, ya existe una gran base de fans dispuestos a gastar y consumir.

Lógicamente, un videojuego tiene que ser no solo divertido de jugar sino atractivo de ver. Es clave que alguien rápidamente entienda lo que está pasando en la pantalla cuando está observando a otra persona jugar. No solo se intenta lograr saber que pasa sino también generar cierta tensión y suspenso. 

Otra característica de los videojuegos para que tengan éxito como eSport es que estén balanceados. Esto significa que a pesar de que en un juego tienen que haber azar, siempre una persona con más habilidades debería tener más chances de ganar que una persona con menos habilidades. Quedan completamente fuera de este esquema los juegos "pay to win" donde el que más paga tiene más chances de ganar.

Por otro lado, la dificultad del videojuego tiene que estar minuciosamente equilibrada para ofrecer desafíos justos a todos los estratos de tipos de jugadores según sus skills, desde principiantes, pasando jugadores hardcore, hasta llegar a profesionales.

 

Aunque se utilice la palabra Sport, no necesariamente hay que pensar en un videojuego deportivo. Tal vez sean los MOBAs (del inglés Multiplayer Online Battle Arena), Fighting Games, Shooters o RTS los géneros más populares, aunque existan casos de algunos videojuegos deportivos que están entre los más populares.

Es clave para cualquier tipo de videojuego, crear un ciclo de desarrollo, testeo e iteración para escuchar al ecosistema y tener suficiente flexibilidad para ajustar las variables que sean necesarias y adaptar el videojuego a las necesidades de cada audiencia.

Cada tipo de género tendrá sus propias particularidades en cuanto al Game Design para poder lograr un engagement mucho más sólido. Si se pretende trabajar un género específico se recomienda conocer de punta a punta sus particularidades y estándares.

En Argentina hay más de 130 estudios que facturan por encima de 76 millones de dólares al año en desarrollo de videojuegos. De todos, tal vez sea Quantum League el que reúne ciertas características como para poder convertirse en uno de los próximos hits de los eSports.

*Martín Romero es docente de la Tecnicatura Universitaria en Desarrollo de Videojuegos de UADE

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