Las obras de teatro siempre fueron consideradas un lujo, y un motivo de entretenimiento para personas de todo tipo, pero sobre todo para los adinerados en aquellas obras suntuosas. En este sentido, Broadway fue y sigue siendo el lugar ideal dónde el teatro destaca.

Durante el siglo XX, era común entre los empresarios la promoción de obras, pero la falta de dinero suficiente llevó a la aparición de otro tipo de figuras en el ambiente financiero: los businnes angels. Estos inversores acudieron al rescate para apoyar diversas producciones teatrales.

El término evolucionó a lo largo de los años y hoy ese nombre refiere a aquellas personas que invierten su dinero en compañías emergentes a cambio de una cierta participación en su capital y, a menudo, una presencia como accionista de las mismas.

Básicamente, desarrollan su modelo de negocio basadas en aquellas startups con elevados niveles de riesgo y falta de liquidez. Esa implicación en la sociedad, y la aportación de su propio dinero, es lo que les diferencia de los inversores tradicionales.

Además, suelen ofrecer sus conocimientos y su experiencia, así como facilitar una red de contactos empresariales y personales a las firmas emergentes.

¿En dónde operan y cuánto dinero en inversiones manejan estos ángeles?

Con lo anterior en mente, las inversiones rondan normalmente en un amplio rango desde los 30.000 hasta los u$s300.000. Usualmente, aportan dinero en sectores que manejan claramente, con gran posibilidad de rentabilidad y distribuidas en sitios cercanos a su lugar de residencia, consagrando como máximo un 25% de su patrimonio efectivo.

Esta figura, de una tradición considerable en países anglosajones como el Reino Unido o Estados Unidos, pisa cada vez más fuerte en países europeos como Francia, Alemania e Italia, según varios medios del Viejo Continente

 
Total estimado de business angels en Europa. Fuente: Statista

Uno de los ejemplos más clásicos al momento de citar estos casos, es el de Frederick Terman. Considerado el padre de Silicon Valley, la meca de gigantes tecnológicos como Google, Facebook, Yahoo, Intel, HP, Apple o Linkedin, Terman, invirtió unos u$s500 en el proyecto de dos de sus alumnos en la Universidad de Stanford (Estados Unidos), del cual él era decano en el departamento de ingeniería.

Los jóvenes afortunados fueron Bill Hewlett y Dave Packard. Rápidamente, sus apellidos retumbaron en la cabeza de más de uno, al darle nombre a una de las industrias de referencia dentro del rubro electrónico en todo el mundo: Hewlett-Packard (HP).

Bill Hewlett y Dave Packard, fundadores de HP

En el año 2018 el número de estos ángeles activos en Europa rondó las 345.000 personas, siendo España uno de los países en los que esta práctica ha crecido de manera cuantiosa.

De acuerdo a un informe publicado en 2019 por la Asociación Española de Business Angels Networks (AEBAN) de 2019, los sectores más populares entre los inversores españoles son: software (56%), banca y finanzas (31%) y ocio y comercio (22 %), superando a actividades relacionadas con la salud, la biotecnología y la farmacia. 

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