La empresa aeroespacial Capella Space colocó en órbita su satélite Capella-2, equipado con un sistema de radar de superalta resolución que permite recolectar datos y generar con ellos imágenes detalladas de casi cualquier punto en la superficie terrestre.

Y, aunque en realidad, de acuerdo a esa empresa, su satélite no puede tomar imágenes de personas o cosas ubicadas dentro de edificios, el hecho de que la tecnología que utiliza utilice ondas que sí pueden penetrar muros ha desatado inquietudes en torno a las posibles implicaciones de esa tecnología en la privacidad y los derechos de las personas.

El satélite Capella-2 cuenta con un sistema denominado Synthetic Aperture Radar (SAR) que lanza señales de radio que pueden ser enfocadas en un cierto punto de la tierra.

Las ondas de radio son capaces de atravesar paredes, de modo similar, se indica, a las señales de teléfonos celulares o redes Wi-Fi y, en ese sentido, técnicamente las ondas emitidas por el Capella-2 pueden penetrar muros. Pero, de acuerdo a la empresa, al ser emitidas desde un satélite en órbita, llegan a la Tierra ya con muy baja intensidad y por ello no permiten generar imágenes de lo que hay dentro de los edificios.

Pero en exteriores, esa tecnología sí permite generar imágenes "fantasma", que no son fotografías sino interpretaciones visuales de alta resolución en las que cada pixel representa un objeto de 50x50 centímetros. Otros sistemas ya en órbita han contado anteriormente también con tecnología SAR pero, se afirma, solo pueden lograr una resolución de 5x5 metros, se comenta en Futurism.

La noción de que esas ondas de radio pueden penetrar paredes ha creado cierta consternación en algunos medios que ha dicho, al parecer equívocamente, que ese satélite en efecto puede espiar dentro de casas u oficinas.

Una tecnología que ya existía

La tecnología SAR no es realmente nueva, pues la NASA la ha usado desde la década de 1970, de acuerdo a reportes, pero ha sido en años recientes que ha evolucionado de tal manera que ha permitido contar con sistemas de muy alta resolución que pueden ser colocados en mayor número de satélites.

Actualmente Capella Space cuenta con un único satélite provisto de su tecnología SAR de alta resolución, pero ya ha logrado contratos con agencias del gobierno estadounidense, entre ellas, indica el Daily Mail, la Fuerza Aérea y la Oficina Nacional de Reconocimiento. También ofrece su servicio a empresas privadas. El objetivo de esa empresa es contar con una red de 36 equipos en órbita para, promete, poder monitorear "cualquier lugar del mundo a toda hora".

Capella Space no es la única empresa que ofrece servicios de vigilancia e imágenes con tecnología SAR. Por ejemplo, la compañía Iceye también promueve sus sistemas satelitales SAR con resolución que, de acuerdo a su website, puede llegar a 25X50 centímetros.

Esa tecnología de vigilancia es ciertamente poderosa y puede ofrecer a quienes la usan información clave para tomar decisiones.

Y aunque por el momento esa tecnología SAR no pueda inspeccionar el interior de edificios o vehículos, la posibilidad de que se desarrolle aún más y amplifique sus capacidades de vigilancia ha provocado preocupación sobre posibles vulneraciones a la privacidad y los derechos de personas que pudiesen ser impropia o incluso ilegalmente espiadas con esos sistemas.

Así, aunque los actuales satélites SAR al parecer no tienen la capacidad de esa clase de intrusiones, la novedad de esas capacidades de muy alta resolución y su posible avance aún mayor abren importantes incertidumbres y riesgos que deben ser evaluados y, en su caso, abordados mediante regulaciones apropiadas para preservar los derechos fundamentales, indicó Yahoo Noticias.

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