Para muchas personas, los términos "millonario" y "multimillonario" suenan similares. Ambas describen a personas con mucho dinero, de hecho, y no existe una diferencia sustancial a simple vista.

Además, dado que el espíritu empresarial suele ser el camino hacia la acumulación de riqueza, ambos pueden haber realizado su camino hacia su fortuna de la misma manera. Sin embargo, aunque los apodos "millonario" y "multimillonario" suenan igual, hay diferencias significativas entre los dos.

Para empezar, la diferencia entre un millón y mil millones de dólares es inmensa. Para ponerlo en contexto, considere que un millón de segundos equivale a 11.5 días, mientras que mil millones suman 31.5 años. Un multimillonario podría regalar su riqueza y ganar 1,000 nuevos millonarios de la noche a la mañana.

Además, hay 2,200 multimillonarios en el planeta, según un informe de la CNBC; y mientras que algunos de los miembros de estas élites adineradas obtuvieron su condición de una herencia familiar, muchos de los multimillonarios se hicieron ricos por sí mismos a través de sus esfuerzos emprendedores.

Entonces, qué separa a estos empresarios hiperexitosos de los millonarios, quienes también son considerados exitosos. Existen varios factores, pero hay cinto que son consideralos los más importantes a la hora de distinguir a los multimillonarios de los millonarios.

Objetivos y compromiso

Primero, es importante considerar los objetivos y compromisos del multimillonario. Muy pocas personas se vuelven uno de manera accidental; en cambio, los multimillonarios tienden a buscar la riqueza sin descanso, y se niegan a comprometerse para lograrlo.

Considera al emprendedor que hace crecer una nueva startup de tecnología innovadora durante unos años, luego obtiene una oferta de adquisición de una importante firma por, unos u$s 15 millones.

Muy pocas personas se vuelven uno de manera accidental; en cambio, los multimillonarios tienden a buscar la riqueza sin descanso.

Esto no es exactamente raro. Alphabet (la compañía madre de Google) hace una docena o más de tales adquisiciones cada año. Un emprendedor "típico" podría cobrar y tomar los u$s 15 millones como una victoria personal, y una jubilación anticipada.

Sin embargo, un multimillonario que está más atento o que está comprometido con la idea central de su negocio, podría rechazar esos 15 millones con la esperanza de obtener algo mejor o hacer que el negocio siga creciendo.

Escala

Lo que también debe considerarse es la escala en la que operan los multimillonarios. Si se toma en cuenta las ganancias como un producto tanto de eficiencia como del impacto, entonces cuantas más ubicaciones tenga el negocio, más dinero se ganará.

Ser propietario de una cadena de restaurantes en un estado puede hacerte millonario, pero tendrás que cambiar el mundo a escala internacional si quieres ser un multimillonario.

Repetición

Los multimillonarios rara vez hacen sus riquezas al iniciar un solo negocio. En algunos casos experimentan un fracaso aplastante y aplican las lecciones aprendidas de ese error en sus esfuerzos futuros (por ejemplo, Traf-o-Data de Bill Gates dio origen a Microsoft).

En otros casos, se conforman con vender una compañía por unos pocos millones de dólares, solo para convertir esos fondos en ideas más grandes y mejores (como lo hizo Elon Musk a través de Zip2, Compaq y X.com para luego lanzar Tesla y SpaceX).

Los multimillonarios no solo sueñan, sino que desean repetir el proceso empresarial una y otra vez para lograr el éxito.

Presupuesto y autocontrol

Hay una razón por la que tantos ganadores de lotería terminan perdiéndolo todo. Es porque los malos hábitos financieros y las decisiones terminan en bancarrota, no importa con cuánto dinero comiencen. A la inversa, los buenos hábitos financieros y las decisiones financieras pueden poner por delante incluso con un ingreso modesto.

Los multimillonarios, cuando alcanzan por primera vez el estatus de millonarios, tienden a evitar malgastar su dinero, lo que hace que sea aún más fácil aumentar su riqueza y conservar lo que han adquirido. Algunos incluso llevan esta práctica al extremo: Warren Buffett, por ejemplo, todavía vive en la casa de Omaha, Nebraska, que compró por solo 30,000 dólares en 1958.

Los multimillonarios, cuando alcanzan por primera vez el estatus, tienden a evitar malgastar su dinero

Pasión

La persona no se convierte en multimillonario simplemente "trabajando por trabajar". Ese nivel de riqueza requiere un nivel constantemente de nuevas ideas, adaptaciones y refinamiento de las ideas cuando hay desafíos.

Además, se deberá trabajar largas y duras horas durante todo el proceso. Si bien muchos millonarios pueden describirse como apasionados, su nivel de involucramiento a menudo palidece en comparación con el de los multimillonarios tipo Richard Branson, Bill Gates, Jeff Bezos, Oprah Winfrey o Meg Whitman.

La pasión siempre ha sido un gran motivador para personas como éstas, y los ha mantenido avanzando incluso después de su éxito inicial.

¿La suerte es un factor?

Es acaso la suerte un factor en el éxito de un multimillonario frente a un millonario. Esta es una pregunta difícil de responder y una que se ha examinado en al menos un estudio científico serio.

La suerte es objetivamente difícil de medir, porque virtualmente cualquier desarrollo positivo o negativo para un negocio podría considerarse buena o mala suerte.

Por ejemplo, si se le gana a un competidor desconocido en el mercado por unos pocos días, se considera eso mera suerte o el resultado de la tenacidad

Si bien la suerte es casi un factor, dependiendo de cómo se la defina, no es el único ni tampoco el más significativo. Un simple golpe de suerte no es suficiente para justificar un aumento de mil veces en el éxito monetario que miles de empresarios disfrutan.

Más bien, ese éxito es un producto de las diferentes mentalidades y prácticas de estos individuos afortunados.

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