Luego de que Facebook anunció la creación de libra, una nueva criptodivisa a lanzarse en 2020 en conjunción con otras 27 compañías, las autoridades bancarias de todo el mundo se pusieron en guardia. Es por eso que el Banco de Pagos Internacional (BPI) anunció el domingo que creará centros de operaciones para que los bancos centrales de todo el mundo se puedan coordinar mejor a la hora de operar con estos medios electrónicos de pago. 

La primera fase de implementación contempla la creación de tres centros de operaciones distintos, que pueden incrementar su número posteriormente. Estos centros, ubicados en Basilea, Hong Kong y Singapur, vigilarán estos activos y estarán enfocados en "la identificación y el desarrollo de análisis en profundidad sobre las tendencias clave en la tecnología que afecten a los bancos centrales", la creación de "soluciones tecnológicas que mejoren el funcionamiento del sistema financiero" y el de "servir de punto de reunión de los expertos en innovación de los distintos bancos centrales", detalló el organismo. 

Jens Weidmann, presidente del consejo de directores del BPI, aseguró que "las revoluciones tecnológicas no entienden de fronteras y tienen repercusiones en varias localizaciones de forma simultánea. La creación de los centros de operaciones BPI de innovación permitirá a los bancos centrales extender su colaboración con la vista puesta en las tendencias tecnológicas, vigilando así que se cumplen los requisitos regulatorios que salvaguardan la estabilidad financiera".

Mark Carney, presidente del Comité Consultivo Económico, recibió la medida con una visión positiva ya que declaró que "hay una nueva economía en marcha que está naciendo al calor de los cambios tecnológicos, demográficos y medioambientales. Los centros de operaciones BPI de innovación promoverán la colaboración entre los bancos centrales y por ende, ayudarán al sector privado a percatarse de las nuevas grandes oportunidades que traen las innovaciones".

Según la agencia de calificación Standard & Poor’s el principal obstáculo para que libra, la criptodivisa de Facebook, tenga éxito es la duda de "si recibirá las aprobaciones reglamentarias que requerirá en todo el mundo". En un informe la agencia declara que se espera "alguna divergencia en la postura regulatoria en todo el mundo, similar a la de otras criptomonedas". 

S&P teme que dicho "nivel de escrutinio podría implicar retrasos o un alcance limitado en el despliegue inicial", ante las reticencias que reguladores, bancos centrales y otras autoridades pueden mostrar por sus implicaciones en términos de política monetaria y estabilidad financiera.

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