En la actualidad, existen unos 19 mil coworkings a nivel mundial y se estima que, antes que termine el año, habrá unos 1,8 millones de profesionales eligiendo estos espacios para trabajar, según datos de Statista.

No se trata solo de un espacio con determinados servicios que se consideran “básicos”, sino que se incluye, además de lo esencial, como un escritorio, conexión a internet y café, hasta otros complementos, como casilleros, asador, pileta y estacionamiento.

Este formato ofrece un plus, que es trabajar en comunidad. Así se propician relaciones que fluyen y generan sinergia, amistades, colaboración –de hecho, muchos traducen coworking como trabajo colaborativo–, y a veces hasta nacen sociedades y nuevos negocios.

La ciudad de Córdoba está mostrando un alto crecimiento en esta tendencia. Según La Voz, estos espacios siguen creciendo en popularidad, en cantidad y en variedad. Ya suman, por lo menos, 25 y tienen capacidad para más de 2.300 puestos, según un relevamiento propio.

Esto significa 10 coworkings más que hace dos años, un 66% de crecimiento, y casi dos mil puestos más que en aquel momento.

Existen distintas formas de contratar estos espacios. Se pueden pagar por adelantado, por contrato de alquiler temporario o de locación de servicios, entre otras variantes.

Por lo general la locación es mensual, si bien también se puede alquilar por días y hasta por horas (90 a 100 pesos, en promedio).

Estas dos últimas posibilidades son elegidas para salas de usos múltiples y reuniones, y son el auxilio de muchos trabajadores independientes (conocidos como freelancers) cuando, por ejemplo, se corta la energía eléctrica en sus hogares y el tiempo apremia para entregar un trabajo.

Asimismo, se puede hablar de diferentes perfiles, tanto en lugares como en usuarios.

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