En una fábrica de los aviones Airbus ubicada en Hamburgo, la automatización llegó a tal punto que el fin de semana puede ser manejada por menos de una docena de personas ya que el resto de las funciones las asumen robots. Este no es un caso aislado: cada vez es más común ver máquinas humanoides que ya no se limitan a trabajos repetitivos y preprogramados, muchos robots ya toman decisiones y hacen ajustes sobre la marcha. 

"La tecnología va tan rápido ahora que en dos o tres años se podrá hacer que el robot haga casi cualquier cosa", afirmó Johnny Albertsen, máximo ejecutivo de Rosborg Food Holding, invernadero que utiliza robots que toman decisiones mientras trabajan. 

La automatización sin duda causará pérdida de empleos, pero es difícil de calcular su magnitud ya que un empleo perdido crea muchos otros en nuevas industrias. Sin embargo, se estima que el 40% de los trabajadores de EE.UU. perderán su trabajo antes de 2030 debido a los robots, según un informe de McKinsey. 

La clave para que los robots mejoren su desempeño es la IA, para que puedan realizar cosas simples para un humano como doblar la ropa, algo difícil para una máquina. Segím Junji Tsuda, presidente del fabricante japonés de robots Yaskawa Electric "podrían pasar 100 años antes de replicar los diminutos huesos, tendones y terminaciones nerviosas que hacen que la mano sea tan versátil"

"¿Cuál sería la mejor agarradera para copiar? Bueno, la mano humana", expuso Jesse Hayes, gerente de automatización de la firma alemana Schunk. La empresa diseñó una herramienta que produce un convincente gesto de "vení acá", pero cuesta 50.000 dólares cada una y no es suficientemente resistente para trabajos de la industria pesada, por lo que es usada principalmente por investigadores.

"En general, para tomar muchos objetos, formas y geometrías diferentes, la mano humana es ideal", puntualizó Hayes.

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