Glovo es una compañía de comida a domicilio que tuvo su origen en España y que en pocos años se está convirtiendo en una de las empresas con más llegada en la escena internacional.

Pero esta es solo una parte de la historia. Las cuentas de la firma no son tan alentadoras. Según se informó, durante el 2018 tuvo una facturación cercana a los 75,2 millones de euros pero una pérdida de 90,4 millones de euros.

Su volumen de ingresos estuvo por debajo de los objetivos marcados por el propio Oscar Pierre, dueño de la firma, que en más de una oportunidad había asegurado que quería cerrar 2018 con una facturación entre 90 y 100 millones de euros.

Estos números fueron dados a conocer por Delivery Hero, una de las accionistas que posee el 15,95% y tuvo un papel muy importante en la última ampliación de capital de la plataforma, una de las más importantes del sector startup en España en los diez últimos años.

Asimismo, Delivery Hero también es accionista de algunos rivales como Rappi, que compite en países como Argentina o Perú.

En parte, estos resultados negativos pueden estar relacionados con su expansión. En 2017, la compañía aterrizada en una ciudad cada cuatro días, lo que se tradujo en una serie de inversiones que explicaban los números en rojo. Ahora, la cifra global de sus pérdidas butas superan los 90 millones, muy por encima de lo que anunció en sus previsiones (40 y 50 millones de euros).

Luego de la última ronda de financiación, en la que Delivery Hero irrumpió en Glovo, la española quiere cumplir su próximo objetivo que es recaudar otros 100 millones de euros y así preparar su salida a bolsa en los próximos 18 meses.

Según Bloomberg, esta es la última meta a alcanzar para una compañía, que ya está disponible en 25 países.

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