¿Es posible preservar la memoria? No solo es posible sino que, como aquella entrada que uno guarda de su primer recital, ahora de la mano de la blockchain de Ethereum se pueden generar insignias digitales infalsificables e inalterables.

Es decir un, Proof of Attendance Protocol (POAP), un token no fungible (NFT) capaz de probar que una persona estuvo presente en un evento presencial o virtual.

POAP: qué es y cómo funcionan

"Los POAP nacieron en para validar la asistencia a los eventos relacionados al mundo cripto, pero a medida que se fueron conociendo se empezaron a aplicar para múltiples eventos y usos", selala a iProUP el argentino Tomás Soracco, uno de los socios fundadores de POAP, startup global que lleva más de 7 millones de "certificados" generados y más de 800.000 usuarios desde su fundación.

Los POAP, que en su concepción fue un protocolo abierto creado en 2019 por Patricio Worthalter durante un hackaton, tienen innumerables aplicaciones.

Además de ser un souvenir coleccionable, como puede ser esa estatuilla del Lobo marino de Mar del Plata, estos NFT le sirven a las empresas, por ejemplo, para verificar la asistencia de sus empleados a jornadas de capacitación o identificar clientes habituales.

"Nos ha pasado que un club deportivo nos planteara la necesidad de entregar POAP a los hinchas más fieles porque les ocurría que esos hinchas iban a todas las ligas normales. Pero cuando había un campeonato masivo muchos no podían ir porque se quedaban sin entradas", recuerda el emprendedor.

Tomás Soracco, cofundador de POAP

Entonces, continúa Soracco, "querían premiar a esos hinchas fieles identificándolos con un POAP para luego adelantarles entradas o mandarle camisetas de regalo".

Para obtener uno, lo único que se necesita es tener una billetera cripto de autocustodia compatible con Ethereum para guardarlos y coleccionarlos.

POAP: qué es y cómo funcionan

Cuando hace tres años, Soracco se sumó a POAP, el emprendimiento se solventaba con ahorros de Worthalter y por amor al arte ya que no tenía fines comerciales, aunque sí tenía un poco más de 2.000 usuarios del mundo cripto generando insignias de los eventos del ecosistema al que asistían.

Generarlas sigue siendo gratis cuando el uso es personal, como un cumpleaños o para un equipo de fútbol de amigos. Sin embargo, con llegada de las empresas que demandaban masividad, los socios tuvieron que salir a buscar dinero para reinvertir en una mejora de la experiencia de sistema y para armar un equipo de soporte especial acorde a las necesidades de este segmento comercial al que ahora sí les cobran un precio preferencial de u$s25 cada 100 POAP generados.

"Las conferencias cripto no tenían más de 500 personas, pero cuando empezaron a aparecer pedidos de empresas o eventos más masivos como recitales tuvimos que replantear todo: estábamos hablando de miles de personas generando POAP de manera simultánea y hasta ese entonces todo lo hacíamos artesanalmente entre 4 o 5 personas", recuerda Soracco quien con su socio pudieron alcanzar el objetivo gracias a founders que apostaron en su startup.

Por razones de confidencialidad, no pueden dar datos de la inversión, pero sí cuenta Soracco que la mayoría de los fondos son de Estados Unidos y que tienen también inversores individuales regionales.

Los POAP permiten certificar en la blockchain que una persona realizó una acción, como participar de un evento, asistir a un curso o adquirió algún producto

Hoy en la empresa trabajan 60 personas de manera remota y desde diferentes países. Los clientes comerciales son por lo general de la industria del entretenimiento, desde artistas hasta equipos deportivos, pero también desde exchanges hasta marcas de indumentaria; todos sectores que buscan preservar la lealtad de sus clientes.

"Hoy tenemos presencia en todo el mundo, no exagero si digo que nos falta llegar a uno o dos países. En Argentina por ahora se generan POAP más para uso personal o en algunas multinacionales por indicación de su casa matrices. La expansión fue más bien orgánica: creo que hasta principio de este año nunca habíamos salido a promocionarnos", cuenta, orgulloso, el joven entrepreneur.

Emprender en Argentina no es fácil: regulaciones, establecer una sociedad e incluso contratar proveedores, sobre todo sin son del exterior se hace según Soracco muy "cuesta arriba". Sin embargo, rescata el valor del ecosistema emprendedor argentino.

"La gente es una 'masa': siempre vas a encontrar a alguien que quiera ayudarte. Quizás el Estado no te facilita las herramientas, pero sí hay un sentido de comunidad súper fuerte y sólido como en pocos lugares", concluye.

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