Ser parte de una franquicia con una marca posicionada no necesariamente implica tener que desembolsar sumas millonarias.
Al contrario, teniendo en cuenta el esfuerzo económico que implica, cada vez son más las empresas que suman a su oferta formatos de franquicias con costos de ingresos muy bajos.
Sin necesidad invertir en local o personal, aprovechando la estructura de otro negocio ya en funcionamiento o directamente absorbiendo parte del desembolso inicial son algunas de las opciones que las empresas franquiciantes están implementando para hacer crecer su red y a su vez permitir a emprendedores a alcanzar el sueño del negocio propio.
Para ser parte de la red de cobranzas extrabancaria Rapipago no hay que pagar canon de ingreso, stock que comprar ni local que salir a alquilar.
Literalmente, explican desde la empresa, la inversión es cero, ya que el servicio puede brindarse como segunda actividad en un negocio existente y proveen al franquiciado del equipamiento necesario para operar la franquicia.
"Pueden ser comercios minoristas o grandes cadenas: no hay limitaciones. El franquiciado no requiere experiencia previa, nosotros le damos toda la capacitación y soporte que necesite", indica a iProUP Walter Barisone, Director de Negocios Grupo Gire, grupo dueño de Rapipago.
En 1996, cuando la red lanzó sus operaciones, lo hizo como empresa de cobranza de impuestos y servicios. Año a año fue ampliando la oferta: además de abonar la luz o el gas, también es posible extraer o depositar efectivo, retirar dinero de billeteras virtuales, contratar el servicio de entrega de paquetería liviana, recargar crédito en celulares, solicitar préstamos personales, seguros o asistencias de bajo valor. Por cada operación realizada, claro está, el franquiciado genera un ingreso para sí.
Esta estrategia de costos cero le permitió a la red superar los 10.000 puntos de atención en todo el país. "Este año esperamos un incremento del 20% de nuestros franquiciados. La meta es estar donde está la gente y lo cierto es que todavía hay algunas plazas por cubrir y otras a las que queremos darle mayor cobertura", concluye Barisone.
Si es dueño de un restaurante y su cocina tiene capacidad ociosa o no le está yendo tan bien como espera, Atomic Kitchens le da la posibilidad de convertirse en franquiciado de una de sus siete marcas gastronómicas y facturar hasta un 40% adicional sin invertir ni un centavo.
"Nos adaptamos a su estructura y equipamiento. Como nuestras marcas operan por plataformas de delivery, nos encargamos de actualizar precios y fotos, el marketing y la cadena de suministros. El gastronómico sólo debe cocinar en tiempo y forma", explica a iProUP Uriel Krimer, Co-Chief Executive Officer de la foodtech.
La empresa que está presente en Argentina, pero también en México y Canadá, opera exclusivamente en cocinas franquiciadas. Actualmente tiene 18 en la Ciudad de Buenos Aires y el corredor norte del Gran Buenos Aires pero, adelanta Krimer, en los próximos dos meses llegará a las 30 alcanzando también la zona sur del Conurbano.
Para ser franquiciado, las cocinas deben cumplir con las normas de seguridad e higiene y tener el equipamiento básico aunque, aclara Krimer, en algunos casos pueden recibir los productos terminados o semiterminados, por lo que solamente deben asegurarse tener espacio en sus heladeras y hornos para terminar la cocción.
"Por supuesto, para facilitar el trabajo, tratamos que la marca otorgada sea afín a la especialización gastronómica principal del chef y su equipamiento: difícilmente le demos una marca de pizzas o de hamburguesas a un negocio de sushi", aclara.
El único compromiso que el franquiciado asume es un pago mensual del 8% de las ventas por regalías. Según el ejecutivo, "la facturación varía de acuerdo a la manera de operar y su zona de influencia, pero oscila entre $1.500.000 y $4.000.000 mensuales".
"Es un modelo ideal para estos tiempos de inflación en los que al gastronómico le cuesta mucho salir adelante. Ni hablar de la posibilidad de facturar más sin invertir ni un centavo porque todo lo necesario ya lo tiene", concluye Krimer.
Ecomunicación produce bolsas de papel impresas con publicidad que se comercializan en comercios minoristas para que entreguen sus productos a sus clientes y reemplacen las dañinas bolsas de plástico. Es un modelo no tradicional de comunicación eficaz y amigable con el ambiente, que para expandirse se maneja bajo el formato de franquicias.
"Se trata de un negocio de muy baja inversión, con una alta relación costo-beneficios y una rápida amortización", asegura a iProUP Leonardo Sita, no sólo por ser el dueño actual Ecomunicación, sino por haber sido franquiciado antes de que Luis D'Amico decidiera retirarse y venderle el negocio.
Pero lo más interesante, retoma Sita, es que cada franquiciado maneja sus tiempos y ritmo de trabajo, por lo que puede ser su actividad principal o complementaria. "Cuando yo era franquiciado, tenía mi empleo en relación de dependencia y Ecomunicación era mi trabajo part-time", detalla el emprendedor, quien a la fecha tiene 28 franquicias activas, fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires y próximamente en España donde se radicará para desarrollar la marca.
La inversión para convertirse en franquiciado es de $299.000, que se puede recuperar en cuatro meses, tiempo que dura una campaña con 20.000 bolsas vendidas con alrededor de 20 auspiciantes.
"Hoy nuestras campañas tienen una ganancia que ronda los u$s1.000. Consideramos que el franquiciado tiene que hacer varias campañas porque la realidad es que el trabajo es muy sencillo: vender publicidad y repartir las bolsas, nosotros nos encargamos de imprimirlas".
Las bolsas a los comercios se le pueden regalar, vender o canjear, según la estrategia que el franquiciado considere mejor para sostener su red de distribución de publicidad.
Smartdrink es una empresa fundada en 2013 especializada en la fabricación y comercialización de cócteles en cápsulas, una alternativa rápida y práctica para preparar en casa desde un clásico Martini hasta un Mojito.
Patricio Folatelli, el fundador y presidente de la marca, comercializa las cápsulas a través de su propia tienda online. Desde mediados del año pasado, también a través de una red de 84 franquicias que espera seguir ampliando gracias a las generosas facilidades que ofrece. Tiene dos modelos de modelos de franquicias:
Básico: cuesta $94.990, incluye el uso de una marca sin competencia en el mercado argentino, capacitaciones y todo el marketing necesario para la venta. "La ventaja económica de este formato es que el franquiciado no tiene obligación de compra", aclara Folatell
Profesional: cuesta $299.000 e incluye lo mismo que el modelo básico más publicidad con celebrities e influencers y la posibilidad de usar la casa central que Smartdrink tiene en Palermo como cowork o recibir clientes específicos como gerentes de hoteles, cadenas de supermercados o gastronómicos, tanto como para degustaciones y demostraciones del producto
"Lo más interesante de éste último formato es que ahora está en promoción: le regalamos al franquiciado los $299.000 en cápsulas y cocteleras. De esta manera, al momento de revenderlas recupera el 100% de la inversión realizada", asegura Folatelli.
Y concluye: "Mejor aún es el circuito financiero al que ingresa, porque el franquiciado una vez que recupera los $299.000, los reinvierte en mercadería y con los descuentos que tiene por ser franquiciado genera un stock por casi $600.000. Es una súper promo".