Cabify, la startup que logró posicionarse dentro del negocio de los vehículos para transporte de pasajeros, se lanzará en la Bolsa

Se perfilan nuevos desafíos para Cabify, que fundada en 2011 se convirtió en una de las startups que revolucionó el transporte privado con conductor, plantándole cara a Uber. Unos años más tarde, su CEO, Juan de Antonio, no se duerme en los laureles, y ahora se prepara para lanzar la empresa a Bolsa antes de que finalice el año. Para ello, está en negociaciones con los principales bancos de inversión que operan en España.

Luego de sus estudios en Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid y su MBA en la Universidad Stanford, regresó a Madrid donde trabajó como ingeniero, pero siempre quiso dedicarse a la empresa, ya que entendió que "las compañías son las que generan trabajo y las que realmente mueven la economía".

De Antonio disfruta del ocio paseando por la montaña con su mujer y sus perras o haciendo surf. Practica más deportes, como baloncesto,y practica yoga. También reconoce que en su tiempo libre le gusta profundizar sobre el funcionamiento del mundo y sobre cómo interactuamos los humanos. Por eso lee sobre economía y psicología. Por otro lado, se decanta por la comida española, peruana y mexicana.

El CEO de Cabify tiene claro que un buen líder ha de ser ágil para tomar decisiones, pero mucho más ágil para darse cuenta de que está equivocado. "Me gusta el orden y la lógica, pero no sé si la aplico todo lo bien que debería". Es un hombre directo y natural. "No soy para nada extrovertido, pero tampoco pongo barreras adicionales artificiales. Si alguien me quiere decir algo espero que me lo diga, sin importar si es mi jefe o yo soy el suyo".

El fundador de la startup valorada en 1.200 millones de euros asegura que no hay día de trabajo igual que el anterior. Cuando está en Madrid se levanta a las seis y media, responde a algunos emails mientras pasea a sus perras y hace un poco de ejercicio por la Dehesa de la Villa. Si no tiene ninguna reunión va a la oficina caminando, y tarda un poco más de media hora. Confiesa que suele haber muchas reuniones, llamadas y emails que responder. "Gruño demasiado, pero ya puestos, mejor en la oficina que en casa", asegura con tono divertido.

En Cabify no hay despachos, no existe ese concepto y pese a que pasa allí "más horas de las que debería", ninguna de ellas está encerrado en un cubículo. El CEO de la compañía viaja mucho, y aunque reconoce que antes pasaba la mitad del mes fuera de Madrid, ahora ha reducido del 50% al 30% sus viajes de trabajo. Los viajes son principalmente a América Latina ya que Cabify está presente en 12 países.

El empresario trata de convencer a los mercados de que su empresa es lo suficientemente global como para que la nueva normativa en Cataluña y la salida de la compañía de la región no pongan en jaque su modelo de negocio. Esta semana el Banco Interamericano de Desarrollo le ha concedido un préstamo de 62 millones de euros a través de su gestora de fondos de capital de riesgo, BID Invest. La inversión irá destinada a la mejora de la movilidad urbana, la optimización de la calidad del servicio y un plan para mejorar las condiciones de trabajo de los conductores.

Los planes de Juan de Antonio para salir a Bolsa a final de año pasan por la Comunidad de Madrid. Si la región certifica la victoria de las licencias VTC frente a las exigencias de los taxistas, no se dinamitará su negocio, como en Cataluña. Si finalmente salen victoriosos en la capital, estarán a un paso de convencer a los inversores.

Principales inversores

Seaya Ventures es el fondo de capital semilla dirigido por Beatriz González, hija del presidente de honor de BBVA, Francisco González. Entró en la primera ronda de financiación de Cabify en 2014 y ha sido un inversor fijo en el resto de las siguientes.

Rakuten, el brazo inversor del gigante japonés del comercio electrónico, es el responsable de la expansión de la compañía de transporte privado. Ha liderado las últimas cuatro rondas de financiación y está presente en la compañía desde 2015, concluyó Cinco Días.

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