La pandemia aceleró la transformación de distintos sectores. El comercio y pagos electrónicos, el teletrabajo, la educación remota y la telemedicina fueron algunos de los rubros que debieron adaptarse rápidamente, incrementando la demanda de tecnología y servicios digitales.

En este contexto, el home office protagonizó la escena y muchas personas se animaron a dar el paso para convertirse en freelancers. De acuerdo con datos de Randstad provistos a iProUP, ocho de cada 10 argentinos desea "mayor flexibilidad laboral"

A raíz de la falta de dólares, empresas de todo el mundo salieron a la caza del talento argentino, ofreciendo sueldos en moneda dura,  inalcanzables para las compañías locales. 

Esta situación se refleja en los números: Argentina está en el top-5 de las naciones más baratas del mundo, según un sondeo de money.co.uk al que accedió iProUP, el cual revela que:

Combinados estos dos factores, el mayor perjudicado es la industria del conocimiento, que pierde en la disputa de la competitividad salarial y condiciones laborales.

¿Cómo retener el talento?

En diálogo con iProUP, Bernardo Brugnoli, Director ejecutivo de ASEA (Asociación de Emprendedores de Argentina), asegura que el cambio en las reglas de juego es una de las cuestiones que más afecta a las compañías a la hora de tomar decisiones.

"Para citar un ejemplo, la Ley de Emprendedores fomentaba la creación de empresas a través de las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) y dos años después pasó a ser un instrumento cuestionado por el gobierno de turno", lamenta

En este sentido, apunta que muchos "emprendedores pueden elegir en dónde radicar su empresa. En su visión, hoy el tipo de cambio no ayuda para retener talento y las nuevas tecnologías facilitan el trabajo desde Argentina a otros países, de modo tal que las personas no tienen necesariamente que mudarse o instalarse en otro territorio.

"Hay una fuga de talento sin desplazamiento de personas y en el que hay un doble desafío para el país, dado que tiene que fomentar que ese dinero afuera ingrese al país", apunta el director.

Por otro lado, Daniel Jejcic, CEO de avenida , remarca a iProUP que ante este escenario se debe seguir empujando y mejorando las condiciones en el país: "Ante la fuga de talento, debemos no solo producir para la industria local, sino también exportar para mejorar nuestra propuesta de valor".

La descentralización del empleo permite que que el talento trabaje desde cualquier lugar

En el mismo sentido, Juan Ozino Caligaris, cofundador y Country Manager de Nubity, señala a iProUP que se debe analizar cuál es la motivación de la "exportación" de profesionales y entender que puede ser virtual o real: que trabajen desde acá o se muden al exterior en busca de oportunidades.

"Se pueden dar por un tema de desarrollo profesional que no consiguen en el país o solo por una motivación económica. Si nos enfocamos en este último supuesto, está claro que no se puede ir en contra de la misma evolución poniendo trabas a la descentralización del empleo, ya que es una realidad que los emprendedores necesitan resolver", remarca.

Agrega que esta situación se da principalmente en las tecnológicas, pero en poco tiempo esta problemática afectará a la gran mayoría de los sectores de servicios e investigación. "El gran desafío que tenemos las empresas locales es generar los incentivos para que el talento elija quedarse y que no sea solo una cuestión del bolsillo", afirma.

Para las firmas locales la situación es despareja: las del exterior contratan con costos muchos menores, ya que no realizan ningún tipo de aportes patronales ni pagan impuestos, además de verse favorecidas por el esquema cambiario: "Hay que analizar cómo achicar diferencias, quizás con un tipo de cambio diferenciado, con menores cargas sociales o alguna otra herramienta válida".

Andrés Jara Werchau, cofundador y CEO de Nubimetrics, asegura a iProUP que la coyuntura de tener salarios bajos en dólares se tiene que contrarrestar con un propósito: que los colaboradores sientan que están cumpliendo un rol importante.

El ejecutivo resalta que "hay que dar un salto muy importante por los equipos: más que estar mirando si ganan un dólar más o un dólar menos, que se sientan parte de algo mucho más grande, que sus decisiones son respetadas y que se los cuida. Hay una valorización que hace que el trabajo sea algo importante y relevante para la vida personal y profesional".

Por su parte, Adrián Anacleto, miembro del directorio de CESSI, comenta a iProUP que el gran problema de Argentina es que los países de Latinoamérica están reclutando compañías, empresarios y emprendedores. Y las propuestas son realmente tentadoras, no solo desde lo impositivo, sino también desde lo macroeconómico.

"Una alternativa sería armar un mecanismo a través de la Bolsa para que las Pymes puedan cotizar de modo más sencillo, usando primero capital argentino: incentivaría la mayor nacionalización de empresas, manteniendo el valor y el capital en el país", explica. Y añade que "ayudaría a que cuando reciban financiamiento o coinversión de fondos extranjeros se retenga más valor en el país.

El potencial para repuntar la economía

En lo que respecta al potencial del país, Jejcic enfatiza que los emprendedores locales cuentan con el mix perfecto: resiliencia (por el inestable entorno macroeconómico) y cercanía a una gran cantidad de profesionales de tecnología. "Cualquier emprendedor que funda su microemprendimiento, sea o no de tecnología, es un motor más de la economía", comenta.

Para Jara Werchau, el entrepreneur criollo tiene en su ADN el optimismo, que le ha permitido detectar posibilidades de negocio en momentos difíciles: "Son la solución, los que siguen apostando porque siguen viendo oportunidades. Van a ser los grandes responsables de sacarnos no solo de esta crisis, sino de otras que seguramente vendrán".

Por su parte, el ejecutivo de Nubity señala que ya están más que probadas las capacidades y la adaptación al cambio, entre tantas otras características del emprendedor albicesleste. Pero alerta que, si bien apuestan al talento argentino, buscan cada vez menos desarrollar sus negocios localmente.

"Si estos proyectos tuvieran foco en el país no solo para reclutar recursos, su crecimiento generaría infinidad de puestos de alto valor agregado con mayores ingresos que se vuelcan a la economía real, además de un efecto multiplicador en todos los eslabones de la cadena: ventas, adquisición de servicios y productos de terceros y más aporte al fisco, entre otras ventajas", explica.

El director ejecutivo de ASEA plantea que desde hace varios años se viene desarrollando un ecosistema emprendedor en Argentina con cada vez más actores. Incluye incubadoras, aceleradoras, universidades que fomentan sus semillero de startups, empresas que tienen sus propios fondos de inversión y organizaciones con foco en emprendedores dinámicos y de impacto social.

En este sentido, Brugnoli sugiere "poner foco no solo en los emprendedores dinámicos, sino también en proyectos pequeños que están lejos de ser escalables pero tienen la oportunidad de ser la próxima pyme local consolidada".

"¿Qué pasaría si en los primeros años les damos beneficios fiscales diferenciales, le simplificamos la burocracia y los ayudamos a que puedan encontrar a sus primeros empleados?", plantea.

Los expertos piden mejorar las cuestiones tributarias y cambiarias para que sea más fácil emprender en el país

Por último, Anacleto, de la CESSI, coincide con sus colegas en que Argentina cuenta con un talento de gran calidad, de lo mejor de Latinoamérica, que se ve reflejeado en los distintos certámenes, como los alumnos de la Universidad de Buenos Aires que ganaron el mundial de Programación.

También remarca que los 11 unicornios locales –como Mercado Libre, Globant, Auth0, entre otras– sustentan su negocio de clase mundial con profesionales argentinos, además de empresas estadounidenses que tienen a ingenieros de software albicelestes en sus filas.

"Contamos con una materia prima excelente. Si a eso le sumas la capacidad de enfrentar adversidades e innovar, nos da como resultado un potencial enorme", explica. Y añade que el ecosistema emprendedor es muy maduro, con actores que vendieron sus empresas, crecieron, se diversificaron y continúan apostando a nuevos emprendimientos.

"Por otra parte, a nivel internacional hay un descreimiento general de los lugares que eran destinos reconocidos de inversión como China. Esas inversiones se dirigieron a Latinoamérica, también a la Argentina", concluye.

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