Como muchos emprendedores, Juan inició el año con un panorama bastante claro: parecía no haber grandes "nubarrones" en el panorama político y económico del país.

Por ende, avanzado el primer cuatrimestre del año decidió poner en marcha un sueño que llevaba en mente desde que era universitario: montar su primera startup.

Pero, avanzado el 2018, los "nubarrones" se convirtieron en "tormenta". Más precisamente en una fuerte crisis cambiaria y una pronunciada devaluación del peso. Lo que al inicio del año parecía claro, ya no lo era tanto. ¿Conviene seguir adelante o "frenar hasta que aclare"?

Los jinetes de la tormenta

Como primer acercamiento a la problemática, vale dejar presente la primera máxima a respetar: no desesperarse. Nuria Plez, Partner en RPA Consulting, señaló a este medio que la clave reside "en cómo definiste tu modelo de negocios".

Puntualmente, si emprendiste teniendo en cuenta los riesgos o desvíos más comunes: costos fijos, riesgos financieros, costos de oportunidad no contemplados, o costos ocultos no contemplados.

En igual sentido, Marcelo Revich, socio de S&A, aseguró que “si la idea es buena, si ha sido puesta a prueba por potenciales clientes, si el equipo está comprometido, deberíamos seguir adelante y no dejar fracasar el proyecto solo por cuestiones de financiamiento, más en nuestro país donde este tipo de cuestiones suelen ser muy cambiantes".

"Hay muchas maneras de acceder a financiamiento, aun en tiempos de coyunturas difíciles, desde los friends and family, angel investors y aceleradoras hasta fondos de venture capital", precisó Revich.

"Un escenario de devaluación como el presente hasta podría resultar beneficioso en algunos casos a la hora de recibir fondos desde el exterior”, puntualizó el experto.

Préstamos, tasas y cobranzas: zona de riesgo

En tanto, Ezequiel Passarelli, director de Impuestos de SCI Group, describió el panorama sombío al que se enfrenta el nuevo emprendedor.

"Es un momento complejo para emprender. Los créditos están prácticamente parados y, los pocos que logran acceder, obtienen tasas de casi el 100% anual", advirtió el experto.

"Existe una nula estabilidad cambiaria, por lo cual, quienes están atados a insumos en dólares (importadores) están obligados a buscar seguros de cambio (del tipo Contratos de Futuro de Dólar) para no quedar fuera del mercado", agregó Passarelli.

En ese sentido, se debe tener especial cuidado con los plazos de las cobranzas. "Los plazos habituales (que pueden ir de los 30 a los 120 días), se transformaron en un deporte de riesgo en la Argentina, si están en pesos y no se estipula una cláusula de ajuste", alertó el profesional.

Por el contrario, quienes operan con el exterior (exportadores) están en una situación inmejorable, pese a los nuevos derechos de exportación de hasta el 12% (con topes de $3 y $4, según sean bienes o servicios).

"Como sugerencia general, en momentos de recesión y crisis, hay que ser sumamente precavido y prudente. La ambición por crecer puede hacer que una empresa termine quebrando por la bicicleta financiera”, señaló Passarelli.

Factura electrónica de crédito o cómo evitar el descalze financiero

Existe una herramienta muy útil para no quedar descalzados financieramente: la factura electrónica de crédito.

Bruno Cosentino, CEO de Invoition, señaló oportunamente que si bien "desde hace muchos años existe la posibilidad de descontar una factura en nuestro país, el panorama cambia ante la llegada de la factura electrónica de crédito".

La principal ventaja comparativa está dada por el alcance. "Hasta el momento podían acceder a este instrumento financiero ciertas empresas que, a su vez, debían mantener una relación comercial específica y formal con su cliente".

"Hoy, el juego se abre a cualquier emisor de facturas, en especial a quienes le facturen a grandes empresas. De esta manera, por ejemplo, una pequeña clínica médica por sus servicios podría, en vez de recibir su pago por parte de la obra social para la cual trabaja, a los 60 o 90 días, descontar su factura electrónica y fondearse al instante", ejemplificó Cosentino.

Otra ventaja comparativa superlativa es la agilidad de la factura electrónica de crédito: "Descontar una factura de crédito tradicional hasta el día de hoy implica la firma de una serie de contratos formales y hasta la participación de un escribano certificante.

"La nueva ley suprime todos los aspecto físicos y engorrosos de hacerlo y habilita a la creación de canales electrónicos simples para todo lo propio del descuento de una factura electrónica de crédito", explicó el experto.

Desde el Ejecutivo explicaron que la factura electrónica de crédito les permitirá, a los empresarios, además de financiarse en el mercado de capitales, contar con mayor ahorro de costos operativos, simplicidad en los trámites de cobro, disminución de riesgos de fraude y agilidad en procesos de facturación y pagos.

Estamos ante un título ejecutivo electrónico que representa bienes entregados o servicios realizados y no pagados. Transforma a las facturas comerciales en títulos ejecutivos que obligan jurídicamente a las empresas.

Con la factura de crédito electrónica la empresa puede negociar el crédito a favor en el mercado secundario o esperar a la fecha de vencimiento del cobro,.

"Esta herramienta, que transforma las facturas comerciales en facturas de financiamiento, otorgará mayor ahorro de costos operativos, simplicidad en los trámites de cobro, disminución de riesgos de fraude y agilidad en procesos de facturación y pagos", agregaron desde el Ejecutivo.

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