En la vorágine del día a día muchas veces se necesita a alguien que "de una mano" para asistir en casa, ayudar con algún familiar o hasta solucionar algunos trámites.

Entendiendo que existe una necesidad clara de este público, Alejandro Amestoy y Diego Naveiro fundaron Home Concierge, una plataforma que ofrece servicios personalizados para cualquier persona que necesite de un "concierge". 

Esta profesión reúne, en una misma persona, al acompañante, al gestor de trámites, al cuidador, el asistente terapéutico, pero también al asesor, al consejero espiritual, hasta puede ser wedding planner y personal shopper, entre otros servicios de asistencia que se brindan habitualmente en forma separada y cuya oferta es en general muy escasa y sensible.

"La idea surge porque conocemos la problemática y la necesidad en primera persona. Nos tocó vivir la experiencia de realizar trámites y diligencias para nuestros padres y eso nos llevó a reconocer que perdíamos tiempos y espacios de calidad con ellos por ocuparnos de trámites y cuestiones meramente operativas. Por otro lado ellos al sentirse una carga tampoco tuvieron el tiempo mental ni físico para seguir evolucionando y poder desarrollar sus proyectos", cuenta Naveiro a iProUP.  

Diego Naveiro es cofundador de Home Concierge.

Home Concierge nació en el seno de Cynsa Tour Operador, una compañía de servicios personalizados a extranjeros con más de 65 años en el mercado. 

El emprendimiento tomó forma al calor del contexto de reinvención que caracterizó al sector turístico tras la llegada del coronavirus pero su proyección trasciende la pandemia y está en línea con un fenómeno anterior y global que es el del envejecimiento poblacional, como consecuencia de  la disminución de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida.

Bajo la filosofía de "Cuidamos tu independencia" Home Concierge entrena a los miembros de su equipo bajo la premisa de ser colaboradores en todo aquello que no solo facilite la vida de sus clientes sino también que sean aliados en la "prosecución de sus sueños".

Amestoy cuenta que su diferencial de servicio es que "apuestan a aportar a la calidad de vida de las personas mayores, personas discapacitadas y profesionales".

"En términos generales, todo lo que hace un hijo por su padre lo hace un concierge sin llegar a reemplazarlo, claro está. Esta persona, junto con el soporte de un equipo de calle, se ocupará de todo tipo de servicios", suma

Negocio claro 

Para comenzar a trabajar los socios desembolsaron u$s20.000 propios. Esto se tradujo en capacitaciones a los concierge, vendedores y atención clientes, búsquedas personal, diseño y armado de la web, y armado del sistema de HC el cual permite a los clientes tener la información diaria y actualizada sobre lo actuado por el concierge, así como en la estructura y formación de los protocolos operativos.

"El 2020 fue el año de preparación del proyecto. La proyección 2021/2022 de ventas es de $20 millones en el primer año, con un incremento estimado del 100% para el segundo año", confían los socios a iProUP.

Para conseguir a sus primeros clientes los emprendedores se apoyaron en el tradicional "boca a boca", algo clave para su primera etapa. "Nuestros clientes actuales en su mayoría son personas mayores con ganas de seguir realizándose sin querer ser una carga para sus hijos, personas con discapacidad que quieren liberarse de algunas tareas diarias y utilizar ese tiempo para su desarrollo personal y profesionales que  priorizan su tiempo con la familia y amigos".      

Respecto a los costos, los fundadores detallan que "las membresías no son un servicio de lujo y que es accesible y al alcance":

"Nos gusta pensar que nuestro servicio ayuda a que las personas que tienen familiares mayores, como padres o abuelos, dispongan de un tiempo de calidad en los momentos de encuentro con ellos y no que todo ese espacio se les consuma en trámites y problemas. Que vayan juntos a comer, al teatro, de lo otro nos encargamos nosotros",  cuenta Naveiro.

Por ahora Home Concierge brinda servicios en la Ciudad de Buenos Aires y en las zonas norte y sur del AMBA. El objetivo es nacionalizar el servicio a través de filiales o mediante un proceso de franchising. Además desembarcaron en Uruguay y sus planes incluyen abrir mercados regionales, como Chile, Perú y Brasil, entre otros.

"Apostamos a aportar a la calidad de vida de las personas mayores, personas discapacitadas y profesionales", confía Amestoy

Lo que viene

"Es claro que el aumento en la esperanza de vida ha dejado espacios y existe una falta de servicios apropiados. La tendencia va en aumento y las exigencias son muchas lo cual nos presenta un gran desafío para aquellos que pretendemos cubrir esos espacios", confirma Naveiro.  

Respecto al futuro, su socio asegura que, una vez que el negocio se consolide y el modelo tenga aceptación, les interesaría armar una Fundación Home Concierge y así poder brindar el servicio a aquellas personas sin una red familiar y/o que por razones económicas no puedan acceder al mismo.  

Así, Home Concierge se propone, de un lado, trabajar bajo un concepto que atiende a la esperanza de vida activa o independiente aún en el marco de la aparición de estas limitaciones y del otro optimizar el tiempo cotidiano de profesionales sin limitaciones físicas pero con tiempos tan ajustados que ocuparse personalmente de las gestiones y trámites que puede brindar un concierge termina ocasionando trastornos y un manejo ineficiente de su tiempo y hasta pérdidas económicas.

"Queremos ser un aliado en las realizaciones personales de la gente, un constante promotor de sueños y sanas ambiciones, un custodio de la independencia y autonomía de las personas", concluyen Amestoy y Naveiro.

 

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