Cada vez más personas deciden volcarse al mundo emprendedor. Sin embargo, el temor al fracaso está siempre presente. Y los números respaldan este miedo: solo seis de cada diez startups sobreviven a su primer año.

“Todo evoluciona tan rápidamente que lo que se ha aprendido en un curso sobre emprendimiento deja de servir poco después”, señala en una entrevista con El País de España el fundador de la consultora Valydo, Iván Caloto.

Es por eso que su empresa creó un algoritmo capaz de minimizar los riesgos para ahorrar tiempo y dinero. El objetivo de Lydo es predecir con exactitud la viabilidad de una startup o de una nueva línea de negocio dentro de una compañía ya consolidada.

¿Cómo funciona? La fórmula se nutre de los datos obtenidos en diferentes experimentos que se realizan a través de anuncios y páginas web ficticias creadas para medir el interés que suscita un determinado producto o servicio.

“Nos dimos cuenta de que  uno de los principales obstáculos era que muchas startups tratan de solucionar problemas que no existen, de esta manera identificamos si esa necesidad realmente lo es”, relata Caloto. De esta manera, desde la consultora estudian no solo si a los consumidores les atrae el nuevo proyecto, sino también cuál es el público objetivo y cuánto estarían dispuestos a pagar por el mismo.

Una vez que Lydo “aprueba” el plan, los emprendedores deben seguir sus estrategias para buscar buenos resultados: “Los emprendedores no deben trabajar solo con ideas, tienen que ver si están cubriendo una necesidad, y después, sus planteamientos deben pivotar alrededor de ello”, justifica Caloto y agrega que la capacidad de adaptación es parte importante de este proceso.

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