A veces las mejores ideas surgen de los problemas cotidianos. No hace falta reinventar la rueda, sino agarrar un "dolor" que persiga a un grupo específico de personas y encontrar la forma (ingeniosa, innovadora y creativa) de solucionarlo.

En su época de estudiante, Albano Laiuppa tuvo una pésima experiencia como consorcista del edificio donde vivía. La relación con la administradora fue realmente mala y conflictiva. Pero este "mal trago" se transformó en la semilla fundacional de un proyecto innovador.

"Luego de varios años y ya viviendo en otra ciudad, volví a toparme con una mala experiencia y empecé a entender que eso era un factor común. Que la relación administrador - vecino era estructuralmente mala", comenta Laiuppa en diálogo con iProUP.

 

Así fue que con Diego Tonietti, socio y compañero de muchos años en trabajos corporativos, decidieron volcar toda su experiencia en uso de sistemas de gestión y negocios digitales en una solución original.

"Nos propusimos dedicarle un mes a entender si había una verdadera oportunidad. Hablamos con Administradores referentes de Buenos Aires y Bahía Blanca, ciudad en la que nacimos e iniciamos todo, y confirmamos que había muy buenos administradores, pero la escasez de soluciones pensadas para esta actividad los hacía ser muy ineficientes", revela el cofundador.

Así fue que fundaron Consorcio abierto: "El 70% de CABA vive en edificios y casi el 50% del país bajo este formato. Cuando entendimos el impacto de la solución nos entusiasmamos en serio".

Detrás del negocio

Para Laiuppa, la clave de su plataforma está en entender a la administración de edificios o barrios "como una PyMe" que está en un proceso de transformación digital.

En rigor, la plataforma consiste en un sistema de gestión de edificios y barrios que permite a las administraciones transformar la manera en que prestan sus servicios y a los vecinos resolver todo lo inherente al consorcio de manera simple y online.

"El sistema les permite resolver todo desde un mismo lugar, ganar en eficiencia, organización y control. El impacto es enorme. En promedio en cada edificio se impacta a 70 personas y eso multiplicado por miles, motiva mucho. Tenemos un punto de vista enfocado en usuario, tanto administrador como vecinos. Venimos haciendo eso hace 6 años y me animo a decir que el producto lo refleja", agrega el cofundador.

En sus comienzos, empezaron a probar su solución con los hijos de administradores que estaban "heredando" la gestión de la administración. Pero apuntaron también a "targets más altos como Torres de Puerto Madero, Mar del Plata o Barrios cerrados, donde los vecinos exigen experiencias más cómodas que el "papel" de las expensas o las reunines de consorcio".

Actualmente estamos en más de 40 ciudades del país, con fuerte presencia en CABA, Córdoba, Rosario y Mar del Plata. En 2020, la compañía sumó más de 350 administraciones y 3000 consorcios. Además, hubo un incremento de funcionalidades como votaciones online, crecieron un 300% las consultas y duplicaron el equipo.

Lo que viene

Atravesados por la pandemia, el público con el que trabaja Consorcio abierto experimentó la necesidad urgente de comenzar con un proceso de digitalización.

"Venimos haciendo esto hace algunos años y tenemos una experiencia que ahora cobra mucho valor. La cuarentena generó de un día para el otro que las administraciones 100% analógicas no puedan operar, o al menos les resulte muy dificultoso poder acceder a sus sistemas instalables o comunicarse con sus vecinos mediante papel. Desde ConsorcioAbierto configuramos una versión gratuita que ayuda a salvar la emergencia que aún usan muchas administraciones", comenta Laiuppa.

Como una tendencia generalizada del sector, Laiuppa observa que los vecinos empiezan a exigir con más firmeza a sus administraciones un cambio en la manera de funcionar, de relacionarse: "Las administraciones más grandes ya lo están viendo y si bien algunos pospusieron su "modernización" por la cuarentena, saben que el cambio llegó para quedarse".

La necesidad de rentabilidad en el sector pide a gritos más eficiencia operativa y de costos. Objetivamente los honorarios de las administraciones son bajos y generalmente están vistos como un "gasto" y no como una "inversión" para mantener el valor los activos (departamentos, oficinas, etc). "Es necesario seguir transformando el sector, revalorizar las buenas administraciones y en eso venimos trabajando", suma.

De cara al futuro cercano, la empresa está trabajando para darle escala a las administraciones, automatizando tareas rutinarias para liberar tiempo valioso y que puedan mejorar su organización y capacidad de control.

"En paralelo empezaremos a trabajar más en la experiencia de los vecinos, para que además de controlar y pagar expensas, hacer un reclamo o una votación online, puedan resolver muchas más cosas sobre su casa o departamento", concluye.

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