Imaginate una máquina en la que insertás una cápsula, apretás un botón y a los cinco minutos tenés un cupcake digno de Bake Off. Ese artefacto ya existe y lo creó un argentino. Y acaba de lanzar la preventa exclusiva con un importante ahorro.

Rodrigo Córdoba es fundador y CEO de Tigoût, un emprendimiento que permite disfrutar de la alta pastelería recién horneada de manera natural y con la simpleza de una cápsula, al estilo de las cafeteras Nespresso.

La idea y el concepto de este invento nace en 2016, cuando Córdoba aprovechaba su hobbie de chef para que, luego de una cena con amigos, todos se tomaran un café con cupcakes recién horneadas como si fuera un hotel 5 estrellas.

Al ver el placer que le causaba a sus invitados disfrutar estos manjares, se topó con un dilema: su familia era un caso excepcional y la mayoría de la gente no cuenta con un chef en casa. En ese momento, Córdoba miró su máquina de café Nespresso y algo así faltaba en el mercado.

"Tigoût es simple y potente. La oportunidad está en que es muy sencillo, a la gente le gusta disfrutar algo rico y queremos que lo pueda disfrutar sin esfuerzo", asegura el emprendedor a iProUP.

Pero además, este invento argentino es altamente versátil. De hecho, permite para crear una variedad de recetas de la mejor pâtisserie: muffins, crumble, soufflé o scones.

Las cápsulas se venden congeladas, lo que incrementa el tiempo de vida útil de 6 a 9 meses, permitiendo también ampliar la distancia de distribución, con la premisa de evitar conservantes o aditivos.

"Nuestro objetivo es llegar a un año", explica Córdoba, quien aclara: "Hay algo que no negociamos dentro del proyecto y es la calidad del producto final, que es lo que la gente come". 

El emprendedor confirmó a iProUP que el equipo ya se puede adquirir en el país a través de este sitio web, el cual se entregará entre abril y junio del año próximo. Así, los usuarios podrán adquirir la máquina TiGOÛT T3 a 48.000 pesos.

La oferta está disponible hasta el 7 de septiembre e incluye 240 cápuslas de regalo (que cuestan $120 cada una), por lo que se accede a un descuento de $28.800.

Eso no es todo

En estos tiempos de la pandemia, surgió además un valor agregado: desde la planta de producción hasta que se consume solo una persona ha tocado el producto, lo que puede ser otra ventaja frente los elaborados en un panadería.

Además, Tigoût fue encarado como un proyecto global, con un campo de aplicación muy amplio: no sólo está diseñado para estar en la mesada de los usuarios, sino también en otros escenarios.

"Nos los imaginamos en estadios, en los VIP, donde una persona está mirando un partido o un espectáculo y tiene su café y su Tigoût. También en los trenes de alta velocidad, con quienes también hemos hablado en España, y por supuesto en oficinas, coworkings, en el hogar y salas de reunión", completa Córdoba.

El emprendedor financió los primeros tres años de la startup con el dinero de la venta de su anterior empresa. Pero el proyecto siguió creciendo y en abril de 2019 se acercó un primer inversor externo y luego se sumó otro más. Hasta el momento se inviertieron 1,5 millones de dólares y se están haciendo rondas para sumar u$s2,6 millones.

Tigôut permitirá hacer recetas dulces y saladas

El desembarco está previsto para comienzos de 2021 en España. El objetivo será vender un mínimo de 5.000 máquinas y 1 millón de cápsulas en el primer año, lapso en el que esperan facturar unos 4 millones de dólares.

El valor inicial de la cápsula será de 1,5 dólares, en tanto que la máquina costará unos u$s400. Con el tiempo, el objetivo es bajar ambos precios hasta llevar el artefacto a u$s250 (similar al de  una Nespresso en Europa), en tanto que las cápsulas se acercarán al dólar.

Para el desarrollo y fabricación del dispositivo firmó un contrato en enero con una empresa alemana que posee su planta de producción en China. El lanzamiento estaba programado para finales de 2020, pero la pandemia obligó a postergarlo hasta febrero.

Esperan para fin de año tener la capacidad de producir unas 500 unidades diarias y exportarlas a cualquier país del mundo. Mientras tanto, ya comenzaron a hacerse pruebas con una compañía argentina para la elaboración de las cápsulas, ya que la idea es producirlas en el país.

"En nuestro modelo de negocio, la rentabilidad está en la venta de las cápsulas y queremos que desde Argentina se pueda exportar a la mayor cantidad de países, para luego tener diferentes hubs de producción en distintos lugares del mundo", señala Córdoba.

Empresa-laboratorio

El año pasado fabricaron 50 máquinas en el país a un costo de u$s1.000 cada una y vendieron la mitad a conocidos y amigos para testear su funcionamiento.

"Hicimos una inversión de prueba de mercado para validar, aprender, entregar y producir todo a baja escala. Para ver cómo recibimos información de las máquinas: cuando, cómo y dónde se rompen. Y toda esta experiencia poder volcarla a los alemanes para cuando tengamos que lanzar a gran escala", comenta.

Además, resalta: "Esto es muy valioso. Ahora somos una micro empresa-laboratorio, estamos en ese formato. Todo este camino de aprendizaje, sobre todo para futuros inversores, tiene mucho valor. Ese costo de aprendizaje lo estamos pagando nosotros antes de salir al mercado".

Además, el artefacto está conectado a la nube, lo que permite el soporte de forma remota y la actualización con nuevas recetas en tiempo real para los usuarios de todo el planeta. Asimismo, el usuario podrá compartir información sobre hábitos de consumo con el fin de mejorar la experiencia y corregir cualquier inconveniente.

Tigoût tiene mucho potencial para desarrollarse en el futuro. Además de la pastelería, la firma plantea incorporar recetas saladas, productos para celíacos y líneas diferenciadas de máquinas y cápsulas de acuerdo a las necesidades de consumo.

El fundador espera que la máquina sea el acompañante de la Nespresso en shows, salas de reunión, oficinas y hogares

"Tigoût es un proyecto que tiene mirada global, que busca trascender, que busca inspirar a otros a emprender, a que se animen. Es muy difícil en este país, lo hemos sufrido un montón", señala Córdoba.

Y agrega: "Yo pensaba que esto salía en un año, no tenía idea de dónde me estaba metiendo. Aprendí a ser paciente, también a rodearme de gente adecuada, saber escuchar y a tomar decisiones. Este fue el camino estos cuatro años en mi vida. Ojalá la gente que vea el producto sienta orgullo", reflexiona Córdoba.

De este modo, el sueño de tener un cupcake en minutos, desde la comodidad del hogar y sin esfuerzo está a punto de hacerse realidad. Tal vez en estos momentos, en el que las familias pasan más tiempo en casa, sea una gran idea hacer un espacio en la mesada para este electrodoméstico inteligente, creado con talento argentino.

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