La cuarentena tiene un elevado costo, tanto desde el punto de vista económico como para la salud física y mental de la población. Levantar paulatinamente las restricciones sin que se incremente el número de contagios es el gran desafío que enfrentan las autoridades. 

Está claro que la vida pos cuarentena no será como antes. Pero ¿qué cambios se pueden hacer para que la transición resulte exitosa?

Esta es la pregunta que se hicieron Ignacio Mackintosh y Benjamín Zervino, dos estudiantes de 20 años, amigos del colegio, que buscaron desarrollar un producto práctico, de bolsillo y de bajo costo, para evitar el contacto directo con superficies compartidas y minimizar de esta manera los riesgos de contagio. 

Se trata de un ingenioso gancho al que denominaron Dejuk, un accesorio de gran utilidad para hacer movimientos absolutamente habituales con cierta tranquilidad como abrir puertas cargar bolsas, tocar botones (cajeros automáticos, ascensor, timbres, etc..), y como agarre para el transporte público, entre muchas otras cosas.  

DeJuk, una solución durante la pandemia

"La nueva normalidad supondrá muchos cambios de hábito. Gradualmente, la gente comenzará a salir a la calle y a reincorporarse a sus puestos de trabajo y esto supone enfrentarse al riesgo de contagio. Lo más recomendable en estos casos es cuidarse y maximizar las precauciones. Si bien el gancho no nos libera de continuar con una estricta higiene y distanciamiento social, ayuda a evitar la propagación de gérmenes dañinos mientras se realizan tareas de la vida diaria", aclara Ignacio.

Según agrega Benjamín, "decidimos hacerlo de madera para evitar el uso de plástico por una cuestión ecológica, y cuenta con una etiqueta instructiva hecha de papel plantable; un papel reciclado juntado con un mix de semillas (lechuga, rúcula y radicheta) que, al finalizar el uso, podemos plantar y dar vida una planta."

Te puede interesar