Uber aplicará un segundo recorte en su staff de empleados, por el que despedirá a 3.000 trabajadores, además de los 3.700 que ya había anunciado a principios de mayo, debido a que las restricciones derivadas de la pandemia del Covid-19 ha reducido drásticamente la demanda de sus servicios de transporte de viajeros.

Así lo ha explicado el consejero de la compañía, Dara Khosrowshahi, en un correo electrónico dirigido a sus trabajadores este mismo lunes, en el que también detalló que Uber cerrará 45 centros de trabajo más.

 De esta forma, la empresa de origen estadounidense ha reducido su plantilla en un cuarto, al recortar 6.700 empleos  de los 22.000 trabajadores con los que cuenta en todo el mundo. Dado que los conductores no está clasificados como plantilla, no estarían incluidos en el recorte de empleos.

En el citado correo, revelado por el diario The Wall Street Journal, Khosrowshahi señaló que  "estamos viendo algunas señales de recuperación, pero venimos de un agujero profundo, con visibilidad limitada en cuanto a su velocidad y forma". 

 

Además agregó que la división de entrega de comida a domicilio, Uber Eats, ha experimentado un momento "brillante", pero "el negocio de hoy no se acerca a cubrir nuestros gastos".

El pasado 6 de mayo Uber ya anunció el despido de 3.700 trabajadores en todo el mundo, lo que suponía el 14% de su plantilla, y que cerraría permanentemente 180 centros de atención a los usuarios (conductores y repartidores).

Además, Uber, que también está en conversaciones con GrubHub para reforzar su negocio de reparto de comida, indicó que planea reducir las inversiones en varios proyectos no centrales como medida para ahorrar la partida de gastos.

Un negocio en problemas

En su reporte trimestral, Uber dijo que perdió cerca de 3.000 millones de dólares y que el volumen de negocios de sus viajes en autos había caído alrededor de 80% en abril, lo que derivó en un recorte de 14% de su plantilla de empleados.

El gigante del transporte compartido dijo que ha visto algunas señales de revitalización en las últimas semanas y que su división de entrega de alimentos, UberEats, está teniendo fuertes ingresos.

Sin embargo, según una encuesta de IBM divulgada este mes, más de la mitad de los usuarios de apps de viajes compartidos planean reducir el uso o directamente abandonar esos servicios.

 Para el analista Richard Windsor, la "aversión" de los usuarios a este tipo de servicios, que implican subirse a un vehículo con un desconocido, "no se aliviará hasta que haya una vacuna", según escribió en su blog Radio Free Mobile.

Arun Sundararajan, profesor de la New York University que investiga la economía compartida, dijo que ve lugar para el optimismo en el área de la movilidad.

 

"Pienso que veremos un cambio hacia un mayor control del espacio personal", dijo Sundararajan. "Mucha gente se alejará del transporte público en áreas densamente pobladas".

Esto podría significar más trabajo para servicios y aplicaciones como Lyft o Uber, también para plataformas de "micromovilidad" a través de la que se comparten bicicletas o monopatines, divisiones que esas compañías también poseen.

Según el investigador, quizá requiera de todos modos más tiempo para una recuperación de los viajes compartidos entre varios pasajeros. Además la crisis sanitaria puede frenar la tendencia a no tener auto.

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