Nadie esperaba esto: la pandemia de coronavirus. El virus, que tiene poco menos de 4 meses, ya está cambiando los hábitos en todo el mundo, incluida la Argentina. Algunas de las medidas preventivas necesarias son el distanciamiento social y la permanencia de las personas en sus casas.

Medidas que pueden perjudicar a muchas empresas, entre ellas las más de un millón de pymes que hay en el país y que no solo son el pilar de muchas familias, sino que también son un engranaje fundamental en el desarrollo económico de pequeñas comunidades y del país en general.

La palabra clave es reinvención. La crisis puede ser una oportunidad para que emprendedores piensen soluciones innovadoras que contribuyan al desarrollo y la profesionalización del negocio.

El impacto de este virus será muy profundo y probablemente cambiará la forma que consumimos, nos divertimos y trabajamos por mucho tiempo.Y las compañías que lograrán mantenerse de pie en este contexto serán las que logren adaptarse a los cambios con más rapidez. Y eso representa una gran oportunidad para las pymes, ya que su tamaño les permite hacer ajustes de manera más ágil que las grandes corporaciones.

Ante una crisis de consumo de esta dimensión, ¿cómo mantener el negocio? Como todo momento de cambios, también conlleva grandes oportunidades. Una encuesta que realizamos entre nuestros pasajeros activos durante abril, reveló que en cuanto a la compra de bienes esenciales, el 37% utiliza servicios online compras con entrega a domicilio durante el distanciamiento social obligatorio.

En un momento en que el cliente se ha retirado de las calles y está prácticamente recluido en casa, es aconsejable que los propietarios de pequeñas empresas utilicen herramientas digitales para llegar al público y adaptarse a soluciones de entrega. En el segmento de alimentos, la adhesión de bares y restaurantes a estas aplicaciones se ha convertido prácticamente en una necesidad.

Si de productividad se trata, utilizar herramientas de trabajo remoto es fundamental. Desde Beat, tuvimos que movernos rápido a partir de la COVID-19: inmediatamente aplicamos la política de trabajo a distancia para todos los empleados en Europa y América Latina y desde el 10 de marzo en nuestra sede principal en Atenas y en Amsterdam, se aplicó la política de teletrabajo y luego se extendió para todas nuestras oficinas en América latina desde el 16 de marzo. Eso fue posible gracias a la tecnología que nos permite estar conectados y trabajar normalmente como si estuviéramos en nuestras oficinas.

Otro consejo importante para no quedarse sin recursos rápidamente, es contactarse con sus proveedores para negociar los gastos. Como el problema es global, hay empresas que están dispuestas a negociar.

También se puede buscar un plazo más largo para el pago de deudas. Además, es importante evitar hacer gastos innecesarios. El momento es de inestabilidad y no hay pronóstico de cuándo se normalizará.

En resumen, no es hora de atarse a modelos pre definidos, es momento de escuchar las actuales necesidades de los consumidores y del ecosistema, y estar abierto a los cambios, ya que muchos de ellos pueden incluso sorprender por los buenos resultados.

*Patricia Jebsen es gerenta general de Beat Argentina.

Te puede interesar