Es común ver a la innovación como llamativa y vistosa. Normalmente, las modificaciones van ligadas a un producto tangible cuando la realidad es que cambiar los procesos para ser más eficientes también genera valor y como resultado, se obtienen productos tangibles muy llamativos. 

Pero cambiar este mindset puede ser más bien complicado. Las organizaciones nacientes o varios emprendimientos comienzan de afuera hacia dentro cuando deberían enfocarse en analizar a fondo su posición financiera o procesos. 

Larry Keeley y Helen Walters (2013) desarrollaron esta categorización estratégica para impulsar la innovación y es una disciplina para crear disrupciones que fueron enumeradas en un artículo de Yahoo Finanzas.

  • Innovación financiera. 
  • Innovar en desde este rubro tiene que ver básicamente con dos premisas: la estructura del modelo de negocio o la cadena de valor del mismo. Un ejemplo de innovación en el modelo de negocio son las universidades privadas. Hasta hace un par de años la mayoría dependían de las colegiaturas, pero con una creciente oferta educativa a precios muy accesibles (aunque de dudosa calidad en muchos casos), varias están migrando a un esquema de donaciones con mucho éxito y asegurando su sustentabilidad.

  • Innovación en procesos. 
  • La transformación en la forma de hacer un trabajo puede ser un valor intangible que muchos no vean, pero sí aprecien. Acorde a Doblin Analysis, las modificaciones internas de cada negocio generan más del 90% de valor en un negocio aunque representen sólo el 2% de los proyectos de una organización. 

  • Innovación en la oferta. 
  • ¿Qué hace único a tu producto o servicio? Aunque tiene mucho tiempo de existir, Microsoft fue el más innovador al momento de democratizar las máquinas pues sin su sistema operativo ninguna PC de consumo masivo hubiera funcionado. ¿Qué hace a Apple tan exitoso hoy en día? Quizá no sus productos, pero sí la plataforma que han desarrollado a lo largo de los años y por tanto, que sus productos son compatibles únicamente con ellos. 

  • Innovación en la presentación. 
  • En esta línea, la innovación va de la mano de elementos cercanos al consumidor y por supuesto, es aquella que se lleva todos los reflectores. Innovar es un proceso que, a diferencia de la creatividad, se logra por medio de la disciplina constante, de un esfuerzo en conjunto y de una visión alternativa de la realidad para ofrecer valor en dos sentidos principales: al consumidor final porque así lo exige y al interior de la organización que siempre lo agradece.

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