El mal rendimiento de las estrellas tecnológicas que se estrenaron en Bolsa el año pasado ha empañado un año marcado por la valoración récord de estas compañías. Las acciones de varias de las empresas de esta camada de start ups estadounidenses cotizan por debajo de su precio de salida, como demostró Lyft, Uber o Slack. Está claro que Wall Street no respalda a compañías en pérdidas, por mucho que el capital riesgo haya ayudado a estos unicornios mediante megarrondas de financiación a altísimas valoraciones, según informó el sitio Expansión.

De hecho, las tecnológicas respaldadas por venture capital que empezaron a cotizar el año pasado llegaron con una valoración agregada que alcanzó la cifra récord de 177.000 millones de dólares, gracias a dos actores clave de la nueva era de la movilidad como son Uber y Lyft. La cifra pulveriza el récord anterior de 129.000 millones de dólares, obtenido en 2012 gracias a la salida a Bolsa de Facebook, según el registro de la empresa de análisis CB Insights.

El mayor cambio que se ha producido en los últimos años tiene que ver con el tamaño que alcanzan las tecnológicas antes de convertirse en empresas cotizadas, gracias a la facilidad que han tenido para recaudar fondos con los que financiar su crecimiento.

De media, las start up que salieron a Bolsa recaudaron 281 millones de dólares antes de lanzar su OPV, el doble de la cifra que manejaban las empresas que se estrenaron en Bolsa hace tres años. La mayoría de estas compañías ha logrado alcanzar la categoría de unicornio en su camino hacia el mercado bursátil.

La actividad de SoftBank, a través de su fondo inversor Vision Fund, ha sido clave en este despegue de las valoraciones y de las grandes rondas de financiación de start up tecnológicas. Sin embargo el desempeño del fondo se vio empañado por la cancelación de la salida a Bolsa de una de sus participadas, la empresa de alquiler de oficinas WeWork -que no puede ser considerada como tecnológica-, debido al desplome de su valoración.

Wall Street no espera este año que se reedite una sucesión de OPV protagonizadas por megaunicornios en pérdidas. Es posible que algunas compañías sigan los pasos de empresas como Spotify y Slack y opten por un procedimiento de listado directo en vez de una oferta pública de acciones tradicional. 

En la tradicional lista de los analistas con los candidatos para salir este año a Bolsa vuelve a aparecer Airbnb, la compañía de alquiler turístico, cuya valoración se sitúa en el entorno de los 35.000 millones de dólares. Una valoración en la que también se mueve otra de las estrellas tecnológicas estadounidenses, la fintech Stripe.

Junto a ellas, aparecen empresas como la plataforma de juegos Roblox, el servicio de desarrollo de software GitLab, la empresa de reparto DoorDash, la firma de ecommerce Wish y la compañía de software de origen europeo UiPath. Mientras, en Asia los ojos están puestos en Didi Chuxing, el Uber chino, que podría salir este año a Bolsa.

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