Esta semana, autoridades federales de Estados Unidos habilitaron a SpaceX, la firma espacial de Elon Musk, a poner en órbita una constelación de 11.943 satélites que servirán para ampliar el alcance de la conexión a internet de alta velocidad en los próximos 10 años.

En rigor, la constelación de SpaceX multiplicaría por varias veces el número de satélites que giran actualmente alrededor de la Tierra, sin contar los proyectos de otras compañías,como OneWeb, con 900 satélites previstos.

Hasta ahora, un poco más de 8.000 objetos han sido lanzados al espacio, de los cuales están aún en órbita más de 4.800, de acuerdo a la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior. Según el registro del Ejército estadounidense, menos de 2.000 estarían todavía activos.

SpaceX tiene seis años para desplegar la mitad en órbita, y nueve para cumplir con el acuerdo, según las reglas de la FCC. La mayoría de estas unidades se ubicará en una constelación baja, de entre 335 y 356 km de altura, lo que permitirá un tiempo de comunicación muy corto con los usuarios de internet.

Elon Musk había asegurado en mayo que ese tiempo sería de 25 milisegundos, lo suficiente como para consumir streaming en alta velocidad.

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