Durante los últimos diez años, la inteligencia artificial, la realidad aumentada, el internet de las cosas y las nuevas formas de consumo y movilidad han influido en los hábitos y costumbres. Estas son algunas cosas que la gente hace ahora gracias a la tecnología y que hace una década eran impensables.

Hablar con objetos inanimados

Ver a gente hablando sola por la calle sigue llamando la atención de muchos, pero cada vez es más habitual encontrar a usuarios mirando cara a cara a su móvil y contándole sus cosas, grabando stories para Instagram o audios que enviarán por Whatsapp. 

Aunque estas escenas forman parte del día a día de miles de personas, es algo que hace diez años no existía: hasta el seis de octubre de 2010, Instagram ni siquiera existía y las stories aún tardarían seis años más en llegar.

También se ha extendido el hábito de hablar directamente con el teléfono. Hay quien prevé que, "dentro de poco, los asistentes de voz serán más importantes que los smartphones".

Ahorrar tiempo y disgustos al desenrrollar el cable de los auriculares

Una de las tendencias que se ha extendido durante estos años (aunque ya existía anteriormente) y que ha contribuido a que cada vez se vean más personas hablando solas por la calle es la tecnología bluetooth. Esta forma de comunicación posibilita conectar varios dispositivos a distancia y acabar con los cables. 

Tomando esta idea de base, Apple lanzó al mercado en 2016 los Airpods, unos auriculares inalámbricos que se cargan a través de USB haciendo más cómodo el consumo de contenido multimedia en los móviles. 

Ir en monopatín a trabajar

Esta ha sido la década de los cambios en movilidad en las ciudades. Ahora los coches pueden ser propios, compartidos o alquilados por minutos; los taxis también pueden ser Uber o Cabify. Durante los últimos dos años las empresas que ofrecen servicios de monopatines han crecido gracias al desarrollo de la economía de plataformas y de las aplicaciones móviles. Pasaron de ser un juego de niños a un medio de transporte más con el que algunos adultos van a trabajar.

Pagar con el celular

Si hace diez años los smartphones apenas podían hacer más de una cosa a la vez (la principal novedad del iPhone 4, presentado en 2010, era la multitarea, es decir, poder escuchar música mientras leés Twitter) la idea de vincularlos a las cuentas bancarias y utilizarlos como tarjetas de crédito ni siquiera era imaginable. 

La transformación digital de las entidades bancarias y el surgimiento de startups especializadas en fintech ha hecho posible, durante estos diez años, se pueda acceder al dinero a través del teléfono, hacer transferencias, utilizarlo como tarjeta de crédito e incluso enviar dinero por Whatsapp.

Conectarse a internet a través de la tele (o la heladera)

El internet de las cosas hace posible vivir rodeados de objetos conectados: desde las televisiones hasta las heladeras que te hacen la compra, los cepillos que analizan si te lavás bien los dientes o los espejos inteligentes. Esta conectividad de los objetos también ha abierto algunas brechas de seguridad y privacidad: cuantas más cosas conectadas a internet te rodeen, más posibilidades hay de que te hackeen.

Tener de mascota a un robot aspiradora

Los robots que rastrean el suelo de los hogares y aspiran lo que encuentran son cada vez más comunes y son programables a través de una aplicación móvil. Hace mucho tiempo que máquinas como la lavadora, la secadora o el lavavajillas hacen la vida más fácil pero ahora tecnologías como la automatización y el aprendizaje automático dan vida a los dispositivos inteligentes. 

Monitorizar tus pulsaciones mientras corrés

De la mano de la moda de los gimnasios y el running ha llegado toda una gama de dispositivos de salud orientados a la monitorización continua de quien hace deporte. Las pulsaciones, las grasas quemadas, las escaleras subidas, los pasos dados. Esos aparatos pueden cuantificar distintas variables de la actividad física y dar una imagen más certera de cómo y cuánto se mueve la gente que hace unos años.

Enchufar el coche a la luz

La forma de alimentar a los coches ha ido variando con el paso de los años pero no ha sido hasta esta década, junto con el desarrollo de la concienciación medioambiental, cuando se han buscado formas de alimentación alternativas y menos contaminantes. 

Aunque hay varias trabas que están impidiendo la popularización de los coches eléctricos (como la falta de autonomía o el precio), cada vez son más las marcas de vehículos que fabrican híbridos y eléctricos y las instituciones públicas que dan ayudas para extender esta forma de transporte.  

Ver maratones de series en streaming sin piratear

A lo largo de estos años se han popularizado las televisiones inteligentes, que han hecho posible el acceso a aplicaciones como Netflix o HBO a través de internet. Esto implica un acceso ilimitado a todo el contenido de series y películas disponible en sus plataformas y ha abierto un nuevo modelo de negocio: empezaron como repositorios y se han convertido en productoras. 

También ha cambiado los hábitos de consumo de los espectadores, que han pasado de buscar contenido en webs piratas a pagar una tarifa plana, encender la tele y elegir qué ver.

Necesitar un nuevo objeto que no es ni computadora ni celular

El iPad llegó el mismo 2010, cuando nadie pensaba que necesitaría un objeto intermedio entre el smartphone y el portátil. Sin embargo, como cada dispositivo que nace de Apple, tardó poco en popularizarse y en aportar soluciones nuevas a problemas como trabajar desde un avión. Ahora se utiliza tanto para el trabajo como para ver series o jugar a videojuegos, una utilidad a algo que hace diez años nadie necesitaba.

Te puede interesar