El desbloqueo de móviles es uno de los usos más populares del reconocimiento facial. Pero también se utiliza para identificar a personas en los aeropuertos e incluso permite a algunas organizaciones de ayuda humanitaria localizar, en un sitio público, a víctimas de trata de seres humanos. 

¿Cómo funciona esta poderosa herramienta? Primero se hace una captura del rostro, a través de una fotografía o vídeo. El sistema realiza una identificación de las características biométricas tales como el tamaño del iris, la distancia que hay entre los ojos, la forma de la nariz y la boca, etc.

Luego compara la información recabada en una base de datos de imágenes y se cotejan los datos biométricos y se obtienen similitudes. En el futuro, esta herramienta se utilizará para hacer pagos o en las aulas escolares para conocer el grado de comprensión de los estudiantes, a través de los gestos que hacen.

Hoy, la inteligencia artificial tiene varios nombres y usos diversos: Cortana (Microsoft), Siri (Apple) o Alexa (Amazon). Cuando se le pregunta algo a una de ellas, el sistema graba la voz humana, la envía a un servicio en la nube que convierte la frase en texto y posteriormente se pasa a otro servicio en la nube que detecta la intención del usuario. Una vez que encuentra la información adecuada en una base de datos en formato texto, el sistema vuelve a convertir esa respuesta en voz para contestar al usuario. Todo ello en solo segundos.

Lento y silencioso. Así ha sido el avance de la inteligencia artificial utilizada todos los días. Esa canción que recomienda Spotify o esa serie de acción que aparece como sugerencia en Netflix son producto de esta tecnología. Hay dos tipos de recomendaciones.

Las personalizadas utilizan las características de los productos o contenidos consumidos o simplemente consultado en la web. A partir de allí, el sistema busca similitudes con las preferencias de otros usuarios. Las recomendaciones no personalizadas analizan y procesan datos históricos de los usuarios. Por ejemplo, los 10 libros más leídos de la historia o los artículos más vendidos en internet.

¿Un sistema dotado con inteligencia artificial puede ayudar a elegir al mejor de los candidatos? Muchas compañías ya lo hacen. Lo común es que el responsable de recursos humanos analice y priorice algunos currículos para después elegir al futuro empleado. 

"Un sistema de inteligencia artificial va más allá. Directamente hace una búsqueda en las páginas especializadas de empleo e identifica a las personas que coinciden con las necesidades de una empresa", explica Antonio Pita, responsable del área de Consulting & Analytics de LUCA, unidad de negocio que comercializa Telefónica Empresas. 

Pero no se queda solo allí. Además, es capaz de crear nuevas métricas como el porcentaje de compatibilidad de los trabajadores con los objetivos de la compañía o el potencial de crecimiento o abandono que tienen los empleados actuales.

El potencial de la inteligencia artificial es enorme. Para aquellas compañías que están iniciando el viaje a través de esta tecnología, lo primero es que establezcan una hoja de ruta, recomienda Pita. Es fundamental conocer y entender los datos (el alma de la IA) con los que cuenta una compañía. Una vez dado este paso es necesario tener claro el caso de uso.

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