En algún momento, el crudo será tan escaso y costoso que no será negocio usarlo masivamente y por ahora la tecnología más desarrollada para reemplazarlo es la de los autos eléctricos. Las primeras iniciativas surgieron de Tesla y luego la idea se extendió a las grandes automotrices tradicionales.

Pero hay un problema: las baterías. Los autos eléctricos son más ecológicos, más limpios y menos ruidosos, pero serán realmente masivos cuando las fabricantes logren el suficiente desarrollo de los acumuladores de energía. Por esta razón marcas de autos como Toyota anunciaron acuerdos con BYD y con Contemporary Amerex Technology, ambas de China, para desarrollar baterías para vehículos de bajas emisiones. 

Toyota y Panasonic, además, formaron una empresa conjunta para la fabricación de baterías de iones de litio en 2017, llamada Prime Earth EV Energy. Esta unión refleja el objetivo de la compañía japonesa de convertirse en el jugador global más importante en la industria de las baterías, algo vital para el desarrollo de autos eléctricos exitosos.

La novedad ahora llega desde los Estados Unidos, donde se está por anunciar este jueves una inversión de más de U$S 2 mil millones en la conformación de una firma nacida de la alianza entre la local General Motors (GM) y la coreana LG Chem. Cada una aportará US$ 1.000 millones.

Una planta surgida de la alianza entre GM-LG podría ser la primera fábrica de baterías sindicalizada en los Estados Unidos. LG Chem es uno de los grandes jugadores a nivel mundial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. También están presentes la coreana Samsung SDI y la china CATL, además de Panasonic.

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