Se estima que en un futuro no muy lejano, cada hogar tendrá un promedio de diez dispositivos que formarán parte de ese entramado tecnológico llamado Internet de las cosas. La contracara de esto es que esto significa que son cada vez más las puertas para los piratas digitales, por lo que algunas empresas de seguridad tomaron cartas en el asunto y protegen los dispositivos gracias a un pequeño hardware que regula el tráfico de heladeras, licuadoras, cámaras de vigilancia y hornos inteligentes, informó Clarín.

Se estima que para 2025 -según un reporte de Strategy Analytics- la cifra de dispositivos conectados treparía a los 38.600 millones y en cinco años más alcanzaría los 50.000 millones. Para supervisar todo lo que circula por la red Wi-Fi hogareña, empresas como Avast, Symantec, F-Secure y Bitdefender, desarrollaron una caja IoT que se conecta al router y se controla a través de una aplicación.

El problema surge porque muchas marcas de electrodomésticos IoT imprimen la misma clave de seguridad en todas las unidades de su línea, lo que facilita la tarea de cualquier atacante. Para regular estas flaquezas, en California, por ejemplo, ya se promulgó una ley por la cual, a partir de 2020, no se permitirá entregar dispositivos con contraseñas estándares.

Está claro que el objetivo de los delincuentes es aprovechar la falla de seguridad de los productos IoT para planificar sus incursiones. En estos últimos meses, Kaspersky detectó 105 millones de ataques a dispositivos IoT provenientes de 276.000 direcciones IP únicas. Lo llamativo es que la cantidad subió nueve veces con respecto al año anterior.

Para garantizar una protección efectiva, estas cajas basan su poder en una aplicación que está alojada en la nube y está siempre actualizada. En el hogar se comportan como un centinela que, en tiempo real y sin emitir alarmas estridentes, frenan el malware entrante. 

La compañía checa Avast ya estrenó Omni hub, vigía minimalista que se lanzará en 2020 y en base a un sistema de inteligencia artificial protege la red Wi-Fi en forma silenciosa. A través del menú de su app, permite ver nombre y modelo del dispositivo que está intentando conectarse y también señala los que tienen algún comportamiento inusual.

La expansión de dispositivos IoT depende del despliegue de las redes móviles de quinta generación (5G) que se espera que pasen de los 11 millones de usuarios que las adoptaron en la actualidad a los 4 mil millones de personas para 2025.

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