Para la mayoría de la humanidad que no es piloto de avión las cabinas de los aviones comerciales son lugares llenos de botones y mandos delicados, y muy complejos de entender. Pero eso podría cambiar, y mucho, en los próximos años.

Thales, una compañía francesa de tecnología aeronáutica, está trabajando en el sistema PureFlyt. Este nuevo FMS (Flight Management System, Sistema de Gestión de Vuelo) busca convertir gran parte de la botonera de estos espacios en un entorno táctil y conectado, incluyendo todo esto en una tablet. Puede sonar a locura pero este gigante europeo ya lo está probando en su sede de Toulouse (Francia) para tenerlo en funcionamiento en 2024.

Hoy, los FMS se controlan con botones físicos y funcionan con la coordinación entre pilotos y personal de tierra los cuales se comunican a través de métodos más o menos tradicionales como la comunicación por radio, pero eso está a punto de acabarse. Según aseguran desde este gigante europeo en apenas 5 años toda esa labor se hará con unas pequeñas tablets y se conectarán a todo el entorno a través de la red creando lo que ellos llaman una "cabina conectada".

El objetivo pasa por implantar en estos navegadores sistemas como la conexión con la red e implantar tecnologías como el machine learning para mejorar la eficiencia y optimizar los vuelos al máximo. "Con la 'cabina conectada' buscamos optimizar cada vuelo y, lo que es más importante, anticiparnos a lo que está por venir, pues el tráfico aéreo va a crecer exponencialmente en los próximos años y va a cambiar en todos sus aspectos", apunta Jean-Paul Ebanga, vicepresidente del área de aviónica de Thales. 

Obviamente, sus impulsores son cautos y, al menos de momento, mantienen gran parte del sistema como está a día de hoy, pero los cambios son profundos. "Con este nuevo sistema creemos que se podrá ahorrar hasta un 4% del combustible gastado por un avión en cada vuelo y, además, será actualizable y mejorable de forma continua" aseguró Ebanga. Y esto es solo una parte de lo que buscan.

Según sus estudios y análisis, desde Thales aseguran que el tráfico aéreo se duplicará en las próximas décadas y que tendrá que enfrentarse a problemas que ahora se toman más a la ligera como la gestión de ese tráfico aéreo, la aparición de nuevos actores como drones y otros elementos voladores o la concienciación social con el impacto ambiental del transporte. 

De momento el elemento no sustituirá a los pilotos pero sí será un elemento clave para su pilotaje. El "machine learning" le permitirá aprender cada día y contará de inicio con una experiencia de 2.000 millones de casos de prueba, lo que ellos equivalen a 100 millones de horas de vuelo reales. Esa información unida a la conectividad en tiempo real a bases de datos abiertos y a aeropuertos ofrecerá una eficiencia que ahora no existe pero en Thales, aseguran, también piensan en los futuros pilotos.

A falta de esos ajustes para poder empezar a utilizar este desarrollo en vuelos comerciales lo que sí tienen claro desde Thales es que esto es solo el principio, pues la aeronáutica debe digitalizarse como han hecho el resto de sectores. "Tecnologías como el 'big data' o el 'machine learning' pueden ayudar a que los vuelos sean más seguros, más ecológicos, más fáciles de administrar para los pilotos y más rentables para las aerolíneas. En el aire, la revolución digital acaba de comenzar", sentenció Ebanga.

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