Viajar sin conductor ya no es ciencia ficción, es el presente: los vehículos autónomos siguen asomando en el horizonte y su desarrollo e implementación avanzan más rápido de lo que la mayoría de las personas creen.

La conducción sin un humano representa el mayor desafío que enfrenta la movilidad en el corto plazo y los ensayos empiezan a suceder con mayor frecuencia y en forma cotidiana. La conducción autónoma entra, ya sin retorno aparente, en la primera etapa concreta de interacción con pasajeros en situaciones reales.

Como ejemplo está el de los alumnos de la Universidad París-Saclay, en Francia, que ya pueden viajar dentro del campus a bordo de taxis autónomos, sin conductor. El ensayo lo componen dos unidades Renault, del modelo Zoe Cab, un citycar 100 % eléctrico que la marca ya vende en Europa, que en la franja horaria de 11 a 18 están disponibles para que todos puedan moverse en un transporte sin conductor, informó Infobae. 

Se pueden pedir mediante una aplicación y aunque se conducen solos, en principio un asistente acompaña en el viaje para que los usuarios se sientan más seguros. El objetivo es comprobar la reacción y aceptación de las personas ante la situación de tener que enfrentar, por primera vez, un viaje sin conductor humano al volante.

Una de las pioneras en el desarrollo de taxis autónomos es Waymo, la división de vehículos autónomos de Google, proyecto que comenzó de manera secreta en 2009. Desde entonces, sus vehículos autónomos (una flota de minivans Chrysler Pacifica) empezaron a transitar miles de kilómetros en rutas de California, Arizona, Washington, Michigan y Georgia.

Waymo firmó hace poco un acuerdo con la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi para avanzar con este servicio en Europa. Los primeros ensayos con taxis autónomos están previstos que circulen y recojan pasajeros en una ruta específica de 34 kilómetros entre el aeropuerto Charles de Gaulle y La Défense. Existe un objetivo muy ambicioso de contar con el servicio para los Juegos Olímpicos de Paris en 2024.

Por seguridad, las primeras pruebas ocurren sobre una ruta específica previamente definida y con un conductor de apoyo en la parte delantera del vehículo por si en algún momento es necesario tomar el control del vehículo, aunque aseguran que en breve podrán prescindir del asistente.

En la vereda de enfrente está Tesla de Elon Musk, con el sistema llamado Robotaxi. Este proyecto pretende que los usuarios de sus vehículos Tesla Model S o Model 3 pongan sus autos a disposición del transporte de pasajeros para conseguir ingresos adicionales, en las regiones donde estén vigentes las regulaciones correspondientes.

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