Los tres pilares que resumen hacia donde podría encaminarse la ciencia argentina tras la eventual victoria de Alberto Fernández son mayor presupuesto, reformular su estructura administrativa e incluir a los investigadores argentinos en las actividades cotidianas del Estado. Fernando Peirano es el economista que viene juntando las ideas y propuestas para el sector, actual profesor en las Universidad de Quilmes y de la UBA y ex-subsecretario de Política Científica entre los años 2011 y 2015.

"Hay varios ejes para los que pensamos una reformulación: algunos ya son públicos -como volver a asignarle categoría de "Ministerio" para el sector. Y, por supuesto, debemos recomponer, en el menor tiempo posible, el poder adquisitivo de sus salarios", le resumió Peirano al sitio Perfil. "Y todo eso dentro de marco de superar lo que hizo el macrismo que eligió, en estos cuatro años, una fuerte desatención simbólica, que se ejemplificó en un destrato cotidiano para los investigadores y el sistema".

Para Peirano, "la CyT argentina debe volver a tener planificación. Macri propuso el Plan 2030 y dejó de lado el anterior, el Plan 2020, que estaba vigente. Sin embargo el 2030 no obtuvo consenso e, incluso, recibió muchas observaciones por parte de los expertos. Así que revisar todo eso es un punto de partida una revisión profunda y armar un nuevo plan estratégico consensuado, acorde a las necesidades del país".

El coordinador de los equipos de ciencia de los Fernández dijo que, "estimamos que este gobierno le restó al sector alrededor de US$ 500 millones, cifra que debería volver a la función CyT. Y aunque sabemos que semejante número no se podrá recuperar de un día para otro, es una meta que podemos proponernos alcanzar durante la próxima gestión".

La cantidad de científicos ingresantes a la carrera del Conicet es un tema de discusión que vuelve año tras año. "Todavía tenemos que debatirlo en detalle, pero -en principio- nos parece bien la cifra que recientemente publicó el directorio del Conicet. Ellos mencionan que sería deseable que -en el próximo periodo- se sumen 650 cargos de investigadores. Ese es un piso mucho más razonable que los 450 que ingresaron en 2019".

Algo interesante que planean los equipos coordinados por Peirano es la idea de crear empresas especializadas en soluciones tecnológicas bajo un modelo similar al de INVAP, al que todos definen como "muy exitoso". "Podríamos armar nuevos "INVAP" dedicados a la biotecnología, a energías alternativas, a la producción de medicamentos y la Inteligencia Artificial y el Big Data, entre otros. Este último también serviría para financiar la especialización profesional de áreas estratégicas en las que Argentina tiene faltante de profesionales como es en el desarrollo del software y las tecnologías digitales".

Para estimular la inversión de CyT por parte de la industria privada, Peirano propuso crear leyes que eximan del pago de impuestos a los equipos que se usen para hacer investigación, algo que ayudaría en forma inmediata a mejorar el poder de compra de los subsidios. "También pensamos potenciar el "Compre Argentino" y volver a poner en marcha instrumentos como el crédito fiscal para las empresas que hagan I&D, algo que fue aprobado, pero nunca fue instrumentado".

También están diseñando políticas para el mediano y largo plazo: "Para evitar lo que pasó hasta ahora, queremos una ley de presupuestos plurianuales. La idea es que en años de recesión se garantice que el CyT no sufra recortes. Y en tiempos de expansión económica que su porcentaje de crecimiento sea mayor que en el resto de presupuesto".

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