Después de varios años trabajando en pantallas plegables, y en la búsqueda de optimizar la tecnología que permita doblar una pantalla de un smartphone como si fuera una hoja de papel, están empezando a presentarse los primeros teléfonos móviles fabricados con estas características.

Recientemente lo hizo Samsung, que mostró el primer prototipo en su conferencia anual de desarrolladores, pero evitó mostrar detalles en profundidad del concepto. Allí demostró como la pantalla de 7.3 pulgadas podía doblarse sin problemas para adoptar la forma de un teléfono inteligente tradicional.

Según la compañía, se podrán ejecutar hasta tres aplicaciones simultáneamente usando algo que Samsung llama “ventana activa múltiple”. Además, comenzará la producción en masa de la pantalla Infinity Flex en "cuestión de meses".

Pero Samsung no está sola en esta batalla. El CEO de la unidad de consumo de Huawei, Richard Yu, también aseguró el pasado septiembre al diario alemán Die Welt que su compañía está trabajando en un móvil con pantalla plegable.

El directivo se preguntó por qué la gente sigue utilizando ordenadores portátiles, y se respondió: “Probablemente porque las pantallas de los smartphones actuales son demasiado pequeñas. Cambiaremos esto, con pantallas que se despliegan”, afirmó. Yu aseguró entonces al citado medio que el terminal estaría listo para dentro de un año, según informa Cinco Días.

La startup con sede en California Royole Corporation presentó la semana pasada en Pekín su propio teléfono plegable. El terminal abierto luce una pantalla de 7,8 pulgadas, pero puede doblarse por la mitad. La compañía aseguró que pondría a la venta el dispositivo este próximo diciembre con un precio de partida de 1.150 euros.

Otros competidores como Lenovo y LG también han mostrado prototipos de teléfonos con pantalla plegable, y podría estar develando su teléfono plegable en el próximo CES de Las Vegas, que tendrá lugar del 8 al 11 de enero.

La pregunta que muchas personas se hacen ahora es qué utilidad extra tendrán los smartphones plegables. Una parece clara: el poder tener un único dispositivo que podrá utilizarse por igual como móvil y tableta, según el uso que se le quiera dar en cada momento. Pero habrá que ver si ello no redunda en unos móviles más abultados del gusto de los usuarios, acostumbrados a equipos extrafinos.

Sin duda, la clave también estará en ver si surge alguna killer application (aplicación determinante) que aporte más valor a estos terminales y los haga realmente apetecibles a los ojos del consumidor.

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