Hubo una época en la que el fundador de Xiaomi usaba un "look" que irremediablemente recordaba al difunto fundador de Apple. Una costumbre por la que en muchos círculos se le llegó a apodar el "Steve Jobs chino". "Nunca me gustó esa comparación. Jobs era un ídolo, uno de los empresarios más reconocidos del mundo. Me queda muchísimo para llegar ahí", asegura.

Ahora parecen haberse diluido las comparativas que decían que Xiaomi era una "Apple low cost": "Desde el principio, quisimos hacer la tecnología accesible a todo el mundo, que no fuese exclusiva, que todos pudiesen disfrutarla. Solo con eso, ya éramos diferentes a Apple", explica Jun en una entrevista con el sitio Teknautas.

Jun asegura que a día de hoy, Xiaomi maneja "un 18% de cuota de mercado". Y es bastante ambicioso: "Queremos ser número uno en un plazo de tres a cinco años. Pero no queremos ser número uno solo en móviles. También en televisiones y cámaras. Queremos serlo en todo". Para lograrlo, entre sus planes más inmediatos confirman el lanzamiento de sus smart TV antes de que acabe el año.

Su intención también es empujar con fuerza lo que llaman Mi Ecosystem, su oferta de aparatos conectados y movilidad, la gran mayoría fabricados junto a otras compañías con las que colaboran en la ideación y la producción. En China, cuentan con más de 2.000 categorías de producto, que incluso cuenta con motos eléctricas.

El año pasado, vendieron 118,7 millones de terminales en todo el mundo, números que le han valido ser la empresa más joven en ingresar en la lista Global Fortune 500' Todo gracias a la fórmula de grandes prestaciones a precios accesibles: "A nosotros los componentes nos cuestan lo mismo que a otros fabricantes. Vendemos más barato, simplemente, porque somos más eficientes y tenemos menos margen de beneficio".

El propio Jun, cuando salió a bolsa en julio de 2018, afirmó que Xiaomi "nunca ganaría" más del 5% del costo total del smartphone. Asegura que, independientemente de que suban los costos laborales o se encarezcan las materias primas, esa promesa seguirá vigente. "Es un compromiso para siempre con nuestros usuarios. Cuando hablamos de precios honestos, no solo es un lema de marketing, es el modelo de negocio".

El fundador del gigante chino afirma que nunca comprendió "por qué los móviles se vendían tan caros. Cuando monté esta empresa en 2011, tenía claro el modelo que quería aplicar" y afirma que quieren "ser los reyes de la calidad-precio".

"Casi no invertimos en publicidad. Queremos quitar intermediarios y así poder bajar el precio a la mitad del resto. Por eso necesitamos gente fiel que recomiende nuestros productos a su entorno", explica.

Comunidades de fans invitadas a presentaciones internacionales, nombres de producto muy parecidos y propuestas de teléfonos prácticamente calcadas. No son pocos los que han intentado imitar su receta.

"Desde el principio, lo han intentado replicar. Para nosotros, que te copien es el mayor de los halagos porque es un reconocimiento a nuestra innovación, a nuestro modelo de negocio. No es algo malo. Nos exige hacer mejor producto", remató. "En estos 10 años, hemos hecho muchos milagros. ¿En otros 10? Espero que sea una empresa muy grande, con un modelo reconocido por todo el mundo".

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