A los 19 años, Bill Gates era un joven sin un claro rumbo. Había dejado la Universidad de Harvard, su trabajo en una hidroeléctrica canadiense y se dedicaba a fumar marihuana y consumir alcohol.

Sin embargo, este momento de la juventud no le impediría fundar una de las empresas más importantes de la historia moderna. Con un cerebro privilegiado, un amigo fiel y matemático (Paul Allen) y una facilidad para trabajar por incontable cantidad de horas, la historia del éxito del fundador de Microsoft tiene matices poco conocidos.

Gates relató en una entrevista para su documental de Netflix cuáles eran sus mayores miedos: "Quería tener bastante dinero en el banco para que si nadie nos pagaba en un año, yo pudiese asumir los sueldos". Esto fue así en los Ochenta, antes de que llegaran los mejores años de Microsoft y su empresa superase y dejara muy atrás a goliats como IBM o Apple con su sistema operativo, Windows.

Así es como por ejemplo descubrimos que Gates, por genial que fuera individualmente, es un hombre calculador y frío que como mejor funciona es sólo, si bien necesita a aliados clave para salir adelante y no tiene problema en, pasados muchos años y habiendo perdido a casi todos ellos, reconocer que esto es así. Sin embargo, también explica que Gates era "por momentos un dictador y jefe durísimo"

Esta actitud le costaría mucho personalmente, pero es lo que elevó a Microsoft por encima del resto de competidores. En medio de esta encrucijada, aparece siempre un nombre: Paul Allen.

El confundador de Microsoft fue un aliado fundamental de Gates en los primeros años pues fue él quien, ya en el instituto, donde fueron amigos pese a la diferencia de años, existió una gran sincronía mental y una enfermiza pasión por las matemáticas.

Pese a todo, esto no quita su lado humano. Gates  reconoce que su madre fue la figura clave en su vida. "Nuestra madre quería que triunfásemos. Quería que nuestra familia fuera una fuerza a tener en cuenta".

Además, cuenta que el día que su madre murió fue el peor día de la vida de Gates. Enferma de cáncer, falleció pocos meses después de su boda con Melinda Gates. "Conducí a toda velocidad hasta la casa en la que nací y en el camino me paró un policía porque iba muy rápido. "Cuando me preguntó a dónde iba, le respondí llorando: 'mi madre ha muerto y voy a casa'".

Pese a tener un pasado cuestionable y en el que haya podido dañar a muchas personas y compañeros por el camino, parece haber encontrado una manera de devolver algo a el mundo utilizando todo ese dinero en su cuenta que parece imposible de gastar en una sola vida.

Se mire eso con buenos o malos ojos, lo cierto es que el camino que Gates recorrió desde ser un joven que dejó sus estudios universitarios para emprender junto a un amigo hasta convertirse en un magnate capaz de seguir siendo el segundo hombre más rico del mundo pese a gastarse una buena parte en obras sociales ha sido, como mínimo, intenso e interesante.

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