Durante el Día del Padre, toda la Argentina (y otros países limítrofes) sufrió un fuerte apagón, con excepción de un pueblo: Ticino, en el departamento cordobés de General San Martín, produce electricidad en una planta de biomasa a base de cáscara de maní.

La planta funciona gracias a la cáscara de maní, que actúa como combustible, y que mientras esté disponible esa materia prima puede ser autosustentable.

La localidad, situada a 190 kilómtetros al sureste de la capital provincial, tiene poco más de 2.500 habitantes y cuenta con la Central Termoeléctrica Lorenzeti y Ruesch, que genera 5,0 Mega Watts de capacidad a partir de cáscara de maní.

"Tenemos un circuito con el generador de energía por biomasa que permitió tener energía. La generamos nosotros mismos, por la biomasa en base a la cáscara de maní. Mientras tengamos materia prima, somos autosustentables", explica la intendenta Liliana Ruescht.

Según la funcionaria, "esa energía se provee, pero, ante un evento como este, tenemos la posibilidad de aislarnos y brindar el servicio normal a nuestro pueblo. Cuando se cortó la energía llamé por teléfono porque estaba en Catamarca y me comentaron que estaban mirando televisión".

Cómo funciona

El distrito cuenta con una gran procesadora de maní de la empresa Lorenzati y Ruetsch, que emplea a unos 600 trabajadores, y que posee la firma Generadora Ticino Biomasa, que se encarga de producir la energía con el excedente de corteza "porque tiene muy buen nivel calórico", según explica el encargado de planta, Fabio Bruschini, a RT.

El ingeniero asegura que se queman las cáscaras en una caldera que produce vapor, y con la presión y temperatura requerida, se envía dentro de una turbina.

"Se mueve un reductor y generador eléctrico, que produce la energía", señala Bruschini, quien agrega que "en muy pocos lugares se hace" a pesar de que generar electricidad con vapor "es bastante viejo".

Este mecanismo tiene la capacidad de abastecer "entre 7.000 y 8.000 hogares", mientras que en el pueblo hay tan solo 1.000 viviendas. Por ello, los vecinos de pueblos lindantes también reciben parte de la corriente generada en Ticino, que forma parte de la red eléctrica federal. 

Por cuestiones burocráticas, administrativas y económicas, la empresa le vende la energía a diversas entidades antes de llegar a los usuarios: primero a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), luego la compra la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), que se la revende nuevamente a la Cooperativa Eléctrica Ticinense, a cargo de la distribución final.

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