La expansión geográfica de la infraestructura de fibra óptica y la preferencia de los argentinos por el video on demand inició la carrera de las empresas de telefonía para ofrecer el menú más variado posible para sus clientes.

Hasta hace apenas tres meses, los servicios Netflix y Flow, y los canales HBO y Fox eran marcas identificadas por el mercado como competencia, en un esfuerzo para diferenciarse unas de otras y al mismo tiempo captar al consumidor local con sus nuevos hábitos.

Pero la presentación de Movistar TV, un nuevo producto que ofrece embebido el contenido de Netflix y otras plataformas, dejó en claro que ser el dueño de la red es lo que asegura rentabilidad al negocio y donde las telefónicas se sienten más a gusto.

"Somos un actor nuevo en el mercado de entretenimiento", aseguran desde la operadora y lo demuestran con una oferta de contenido propio, además de la oferta habitual de los canales de cable premium con las señales deportivas de rigor.

En tanto, Telecom no pierde pisada y adelantó que también incluirá a Netflix en su plataforma Flow, lo que al cierre de esta nota no había ocurrido aún.

Luego de la fusión con Cablevisión, el operador sumó no sólo su infraestructura, sino también el know-how de cientos de ejecutivos y empleados del área de entretenimiento.

A números de septiembre, Flow superaba los 1,2 millones de usuarios en la Argentina y Uruguay, de los cuales el 71% accedía al contenido desde el dispositivo móvil. Vale aclarar que la app se otorgó sin costo en la etapa de lanzamiento.

Penetración

Según Carlos Blanco, analista de mercado de Dataxis, esta estrategia de Netflix de sumarse a otras plataformas para que comercialicen su producto se debe a que "muy probablemente haya encontrado el límite de la baja bancarización".

En Chile, el servicio de streaming se ofrece en el paquete de Entel, mientras que en Brasil próximamente lo hará con Claro Video.

A fines del segundo trimestre de este año, en la Argentina se contaban 950.000 cuentas pagas activas de video bajo demanda. El 86% correspondía a Netflix, que superaba a otras 13 empresas del tipo Over The Top (OTT, es decir, los que no dependen del proveedor de Internet) por suscripción.

"El número es relativamente bajo respecto de Brasil y México", indica Blanco a iProUP y agrega que en esos países "hay un mayor número de actores enfocados en segmentos temáticos específicos".

En América Latina, precisó el experto, hasta el segundo trimestre del año había 18,6 millones de cuentas pagas activas, de las cuales Netflix tenía el 70% del mercado.

Estos niveles de penetración tienen relación directa con el plan de inversiones de la compañía estadounidense: sólo este año desembolsará entre u$s12.000 y u$s18.000 millones, contando tanto producciones propias como de terceros.

En la región, detrás de la plataforma líder se ubica Claro Video. Este operador es uno de los que empujó y mantuvo su propio servicio de streaming para sus clientes.

Consultados por iProUP, desde la empresa remarcan que "a nivel mundial, cada vez más gente adopta a los OTT como su proveedor de contenidos, por las virtudes y cualidades que poseen".

Entre estas, remarcan la libertad del cliente de elegir cuándo y a través de qué dispositivo ver el contenido de su preferencia, con una oferta cada vez más prolífica.

"Estas características son parte de Claro Video, ya que cada vez más la plataforma cuenta con nuevos títulos disponibles dentro del catálogo", sin olvidar que para los clientes de la empresa "el servicio está incluido sin costo adicional en sus planes".

Lo que viene

Hacia el futuro inmediato, las empresas no ven que el mercado de video on demand vaya a registrar un amesetamiento, pese a las condiciones macroeconómicas que reflejan una retracción del consumo en la Argentina.

"El streaming crece diariamente a nivel mundial y un ejemplo de ello es el incremento en la cantidad de plataformas de oferta de contenidos que van apareciendo en el mercado. Es un camino en el que hay mucho que recorrer", indicaron desde Claro.

Todas las empresas mencionadas hasta acá, tanto operadores como OTT puros, tienen propuestas generalistas de contenido.

"En Estados Unidos, la oferta audiovisual supera las 200 plataformas, porque tienen mucho desarrollo las verticales", explicó el analista, quien completa que en la región "no se ve un desarrollo intenso, por ejemplo, en las propuestas de deportivas".

En términos de negocio, la previsión es que los beneficios de las empresas de contenido audiovisual salten en la región de los u$s500 millones en 2015 a los u$s1.200 millones del año pasado. Y que la tendencia sigue en alza.

Por otra parte, el promedio de ingreso por usuario (ARPU) también sube en todos los mercados, donde hasta Netflix tiene una política de flexibilidad de precios para sostener su omnipresencia.

Una de las primeras acciones de la plataforma líder del streaming para adaptarse al mercado latinoamericano fue aceptar las monedas locales.

Así, pudo desplegar en cada país las estrategias que le permitieran competir con la oferta de la televisión paga tradicional y establecerse según se trate de mercados con alta, media o baja penetración de la TV con cargo.

El promedio regional del ARPU en Latinoamérica de las OTT, según Dataxis, es similar al de Estados Unidos, donde el beneficio promedio por cliente de la televisión por cable/satelital es muy superior al latinomericano. Para Blanco, eso refleja que "hay una barrera de entrada" en América Latina.

De hecho, un nuevo indicador muestra que la diferencia entre la cantidad de cuentas y el total de perfiles en los OTT en América Latina se acrecentó entre el 2015 y el 2018, y mantiene esta tendencia.

Mejor si es móvil

En números de mercado, las conexiones de banda ancha fija de la región mantienen un crecimiento positivo, con una penetración del 38,8% sobre los hogares.

La previsión es que las conexiones de alta velocidad llegarán a más del 70% de los hogares latinoamericanos para 2013.

Pero los móviles, especialmente los smartphones con conexiones 4G, se convirtieron según Blanco, en "la plataforma ideal para la expansión de los OTT".

A fines del año pasado, el 61,6% de los habitantes de América Latina tenía un smartphone y el 62,5% de la población estaba conectada a Internet. Estos porcentajes se elevarían a 76,6% y 77,6%, respectivamente, para 2023.

"Los servicios de streaming a demanda tienden a convertirse más en opciones individuales que hogareñas", concluye Blanco.

Esto resume una tendencia cada vez más marcada: el consumo de contenidos audiovisuales deja de ser una experiencia colectiva que sale del living del hogar para transformarse en el entretenimiento favorito para los tiempos muertos en el bar, una sala de espera o el transporte público.

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