El fin de semana, se recrudecieron las protestas de en Hong Kong contra el gobierno, que tuvieron a las cámaras de reconocimiento facial instaladas por el régimen chino como uno de los principales puntos a derribar por los manifestantes.

Este sistema de vigilancia ha sido una de las principales armas de las fuerzas represivas en Hong Kong para monitorear las protestas y reconocer a quienes participaban de las protestas, por lo que en las últimas semanas varios manifestantes apuntaron punteros laser y linternas intermitentes para bloquear la identificación de rostros.

De hecho, los manifestantes han serruchado los postes de luz en las carreteras donde están instaladas estas cámaras. Por su parte, la policía comenzó a reprimir con gases lacrimógenos luego de 10 días, para dispersar lo que hasta el momento era una protesta pacífica.

La violencia llegó a su punto máximo este fin de semana en las protestas contra el régimen chino y los hongkongueños perciben que podría ser la última posibilidad de reclamar contra el gobierno ante el endurecimiento de la presión de las fuerzas de seguridad.

"Me parece que estamos ante nuestra última oportunidad", afirma la manifestante Phoenix Ip. "Creo que el control del Gobierno es cada vez más férreo y posiblemente estemos ante nuestra última pelea", ha añadido.

"Soy bastante pesimista respecto al futuro. Pero quiero decir a la próxima generación que, al menos, lo intentamos", ha declarado durante su asistencia a la protesta de este domingo en el barrio de Kowloon.

Otro de los manifestantes, Chevron Hor, ha lamentado que China está efectuando cada vez más presión para terminar de incorporar el sistema judicial hongkongés, en principio independiente según el acuerdo de devolución firmado con Reino Unido y ejecutado en 1997.

"China no solo no quiere perdernos, sino que quiere que nos convirtamos en parte de China y que actuemos como la gente de allí, y a mí me parece que ninguno de nosotros queremos eso", ha declarado.

A última hora de esta tarde, hora local, las hostilidades se han reanudado en el distrito de Tsuen Wan, donde la Policía ha lanzado gases lacrimógenos mientras los manifestantes lanzaban piedras y proyectiles.

La Policía de Hong Kong arrestó a 29 personas durante las violentas protestas del sábado contra el Gobierno, en donde algunos manifestantes han lanzado cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad, que han respondido a su vez con gases lacrimógenos.

La Policía antidisturbios y los manifestantes de Hong Kong volvieron a enfrentarse tras las pacíficas manifestaciones de la semana pasada contra el Gobierno del territorio. Previamente cuatro estaciones de metro de la MTR habían sido cerradas debido a las protestas.

Las autoridades recurrieron al gas lacrimógeno después de que algunos manifestantes lanzaran cócteles molotov y ladrillos y que otros rompieran faroles "inteligentes" equipados con cámaras de vigilancia.

Otros habían bloqueado las carreteras con andamios hechos de bambú. Se trata del primer uso de gas lacrimógeno en 10 días tras una serie de manifestaciones, en su mayoría pacíficas, en la antigua colonia británica.

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