Diversas organizaciones de la región englobadas dentro del grupo Civil 20 (C20) se reunieron esta semana en una mesa redonda multisectorial, para trabajar sobre las preocupaciones y transiciones que presenta el mundo del trabajo en el contexto de la revolución tecnológica, caracterizada por la automatización y la robotización.

El objetivo del encuentro fue promover y dar relieve a los debates en torno a la educación y el trabajo, para lograr incidencia en la agenda de la cumbre del G20, que se celebrará este mes en Buenos Aires.

Uno de los ejes de la reunión fue descartar el mito de que las nuevas tecnologías son responsables de la desregulación, el deterioro de derechos de los trabajadores o la pérdida de trabajo y el empleo. En ese sentido, consideraron que las variables económicas locales y globales afectan de forma más determinante sobre el empleo y el futuro.

Las grandes preocupaciones actuales y de cara a su profundización en el futuro son: la flexibilización, la informalidad, y la discriminación e inequidad en estos ámbitos. El encuentro reveló además que las mujeres están "tres pasos" atrás. Al respecto, la informalidad, para las mujeres, es mayor y el acceso al trabajo, menor porque no se tiene en cuenta la compatibilización del tiempo de trabajo con las tareas de cuidados y tareas domésticas.

"Cuando a un empleado o empleada no se le paga lo justo, es esclavitud moderna. Sí la docente cobra un salario que no le alcanza para vivir, es una forma de esclavitud de la que todos participamos", indicó Marcela Brown, coordinadora del área de Educación de Fundación SES.

Para las agrupaciones es clave que la educación y capacitación contemplen estos nuevos conocimientos; además, se debe preparar a las personas para que tengan mejores condiciones.

"Sí la educación es intervenida por las empresas, el Ministerio de Educación se termina por convertir en una oficina de R.R.H.H", explicaron. "La educación es para formarnos como ciudadanos". Al respecto, reforzaron la necesidad de que las Organizaciones Sociales y el Estado tengan un rol clave para que la construcción y efectivización de derechos siga siendo la prioridad.

Durante el primer panel se cuestionó la importancia de hablar sobre transiciones justas en el futuro del trabajo. Emilia Berazategui de Poder Ciudadano (Sherpa Civil 20, Argentina) subrayó el bajo nivel de cumplimiento de compromisos asumidos por los gobiernos y la necesidad de legitimar los espacios de voz de las organizaciones sociales.

El segundo panel trabajó sobre el marco de las transiciones justas en el futuro del trabajo. Osvaldo Battistini, investigador del CONICET advirtió que "en épocas de cambios tecnológicos los empresarios suelen utilizar la incorporación para justificar al flexibilización". Rafael Guirado - Secretario de Relaciones Internacionales SADOP - advirtió que las empresas de "deliverys en bicicleta que representan gráficamente la terrible precarización del trabajo, sin cobertura, sin derecho y donde prima el concepto de autónomo, que implica la falta de negociación colectiva y la no sindicalización".

Alma Espino, Directora del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo (CIEDUR) en Uruguay, añadió que "si bien la situación de las mujeres ha mejorado en términos educativos, y esto brindará mayores oportunidades para el género, en el mercado de trabajo los avances son parciales y persisten las desigualdades cruzadas. Además, el trabajo doméstico y familiar que aún hoy recae mayoritariamente sobre las mujeres, no es contemplado o reconocido ni por las empresas ni por los Estados".

Respecto a cómo garantizar los derechos humanos en las nuevas formas de empleo y producción, Carolina Castro del Sherpa B20, quien integró el panel sobre políticas educativas, explicó que "hay que mejorar las capacidades educativas, en particular competencias digitales. Tiene que haber infraestructura para garantizar esto".

Cora Steinberg de UNICEF agregó que "en Argentina el 80% de los adolescentes ingresan a la escuela pero sólo el 60% terminan. El punto central radica en la forma en que estamos enseñando y aprendiendo en los espacios formativos". El desafío, en este sentido, es materializar en políticas públicas conceptos como el de aprendizaje a lo largo de toda la vida que requiere mucho trabajo de articulación, creatividad y recursos. Otro aspecto clave es el lugar de los docentes.

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