Cerca de 2000 millones de personas que utilizan Gmail se encuentran frente a una elección clave: permitir o no que la nueva inteligencia artificial de Google, Gemini 3, acceda al contenido de sus correos privados. La herramienta fue presentada oficialmente en noviembre y promete organizar la bandeja de entrada y ejecutar procesos de manera autónoma.
Gemini 3 funciona como un agente que puede resolver tareas complejas como clasificar mensajes, planificar acciones y tomar decisiones sin intervención directa. Todo bajo el control del usuario, que puede activar o desactivar estas funciones.
Sin embargo, en las últimas semanas circularon versiones sobre una supuesta filtración masiva de contraseñas y un cambio en las políticas de privacidad de Gmail.
Aunque estos rumores fueron desmentidos por la compañía, que aclaró que la filtración no era reciente ni estaba vinculada a sus sistemas, el especialista en ciberseguridad Zak Doffman dejó una advertencia. Para el especialista, el problema sigue siendo la decisión personal de cada usuario, pese a que Google insiste en que el acceso de Gemini a los correos es opcional y reversible:
"No revisar las configuraciones predeterminadas puede hacer que millones de personas cedan información sensible por un simple descuido", explicó.
Para Doffman, el riesgo está en la falta de comprensión sobre qué implican los servicios en la nube y en la costumbre de aceptar permisos sin leer las políticas de privacidad.
Gemini en Gmail: cómo desactivar las funciones inteligentes
Google sostiene que los datos generados en Gmail son usados para mejorar la experiencia del usuario, habilitar funciones como la categorización automática, la redacción inteligente y la detección de spam.
También se usa para recopilar estadísticas, optimizar la estabilidad del sistema y prevenir abusos.
Sin embargo, los usuarios pueden modificar las funciones de IA en Gmail, Chat y Meet, con un simple procedimiento:
El cambio se aplica automáticamente en todas las plataformas donde esté activa la sesión.
Ante las críticas, Google remarcó que nunca comercializa información personal y que cada usuario tiene la posibilidad de controlar cómo se emplea su contenido dentro de la plataforma.