En un contexto en el que las empresas buscan acelerar el lanzamiento de productos digitales, la tentación de pasar directo al código sigue siendo alta. Pero ese atajo suele salir caro. Antes de escribir la primera línea, existe una etapa que ordena, valida y reduce riesgos: el discovery.
Se trata del proceso de exploración estratégica que define si una idea tiene sentido para el usuario, para el negocio y para la tecnología que la sostendrá. Aunque muchas organizaciones aún lo consideran un "retraso", expertos explican que es exactamente lo contrario.
"En la industria del software, los costos de un error de entendimiento aumentan exponencialmente cuanto más avanzado está el proyecto", señala a iProUP Matías Hilaire, CEO de The App Master. Y resume su filosofía con una frase contundente: "El discovery no es un retraso, sino una aceleración con dirección".
De las suposiciones a la evidencia
El proceso se apoya en entrevistas, workshops, análisis de procesos y técnicas de observación. El objetivo es simple, pero crítico: descubrir qué necesitan realmente los usuarios y qué busca resolver el negocio.
"No construimos lo que el cliente pide, sino lo que el cliente realmente necesita para lograr sus objetivos", asegura Hilaire. Este enfoque, sostiene, permite dejar atrás la opinión para trabajar con datos concretos: priorización inteligente, alcance realista y validación temprana, incluso sin desarrollar el producto completo.
Herramientas como Figma o wireframes permiten testear flujos, lenguaje y funcionalidad en días en vez de meses. Esto no solo ordena el proceso, sino que evita el clásico escenario de equipos que avanzan a ciegas y luego deben rehacer grandes partes del trabajo.
Un contrato de entendimiento mutuo
Uno de los mayores beneficios del discovery es la alineación entre todas las partes involucradas. "Esta fase genera artefactos como flujos de usuario, mapas de alcance y documentos de requerimientos que funcionan como referencia visual y técnica para lo que sigue", explica el CEO de The App Master.
Con un prototipo validado y un backlog priorizado antes del desarrollo, desaparecen las frases temidas en cualquier proyecto tecnológico: "Esto no era lo que pedí" o "Tenemos que cambiar esta parte" cuando ya es tarde.
Caso ICBA: cómo ordenar una transformación sin perder el foco en el paciente
Un ejemplo reciente que expone la relevancia del discovery es el proyecto que The App Master realizó con el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). La institución necesitaba reemplazar una plataforma que había quedado desactualizada y no acompañaba el crecimiento de su operación.
Antes de programar las nuevas apps web y mobile, el equipo realizó un análisis profundo que incluyó la experiencia de pacientes, médicos y personal administrativo.
Según Hilaire, avanzar sin esta etapa podría haber dado como resultado "una plataforma técnicamente sólida pero desconectada de la experiencia real del paciente", lo que hubiese implicado perder el diferencial del producto final. La fase permitió definir un MVP escalable y realmente alineado con las necesidades de uso.
Por su parte, Guido Costa, Subgerente de Tecnología y Gestión de Procesos de ICBA, confirma a iProUP el impacto del enfoque: "Desde el primer momento, el equipo comprendió a fondo nuestras necesidades y nos acompañó con una actitud proactiva y resolutiva. Lograron modernizar una plataforma que ya no respondía a las demandas actuales y convertirla en una herramienta ágil, escalable y fácil de mantener".
Y agrega: "Hoy nuestros pacientes gestionan turnos, recetas y estudios de forma simple y rápida. Valoramos especialmente la cercanía en la comunicación y la predisposición para seguir mejorando el producto".
La base para reducir riesgos y acelerar tiempos
El discovery permite:
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Reducir incertidumbre y validar hipótesis sin desarrollar código
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Tener estimaciones más precisas y roadmaps realistas
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Evitar retrabajos costosos
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Alinear expectativas con evidencia y no con percepciones
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Acelerar decisiones estratégicas, no frenarlas
En un mercado donde el tiempo es clave y los presupuestos son cada vez más ajustados, esta etapa deja de ser opcional. Es, más bien, la garantía de que el desarrollo será una inversión y no un experimento caro.