Elon Musk, uno de los empresarios más ricos del mundo, ordenó a Tesla fabricar autos en los Estados Unidos sin componentes chinos, en una maniobra que busca reducir riesgos geopolíticos y comerciales.

El empresario tomó la decisión de instruir a sus proveedores para que eliminen cualquier pieza de origen chino en los vehículos que se ensamblan en territorio estadounidense.

Elon Musk rompe dependencia de China: busca que sus Tesla se produzcan en EE.UU.

La medida apunta a blindar la producción frente a la creciente tensión entre Washington y Beijing, marcada por disputas comerciales, posibles nuevos aranceles y un escenario internacional cada vez más incierto.

Tesla ya había comenzado en los últimos años a reemplazar algunos insumos provenientes de China, pero ahora acelera el proceso con la intención de completarlo en un plazo de uno a dos años.

El desafío más complejo se presenta en el área de las baterías LFP, tradicionalmente provistas por la gigante china CATL. Sustituirlas implica un desarrollo tecnológico adicional y la construcción de infraestructura capaz de sostener la escala de producción que la firma requiere.

La estrategia también contempla diversificar la cadena de suministro hacia polos emergentes como México y el sudeste asiático, regiones que ofrecen alternativas competitivas y menos expuestas a la volatilidad política entre las dos potencias.

Elon Musk busca que sus piezas de vehículso Tesla se produzcan en EE.UU. en lugar de China

De esta manera, Musk busca garantizar que los modelos destinados al mercado estadounidense no dependan de insumos que puedan quedar sujetos a restricciones o sanciones.

El movimiento se produce en un contexto de mayor competencia para Tesla en el mercado. Empresas chinas como BYD y hasta Xiaomi superaron a la automotriz estadounidense en ventas globales de vehículos eléctricos, lo que obliga a Musk a reforzar su estrategia industrial y comercial. 

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